Chelsea Manning inicia una huelga de hambre para recibir ayuda por su disforia de género

La soldado que filtró los documentos del famoso Wikileaks, ya ha intentado suicidarse en prisión después de que el gobierno norteamericano le niegue un trato «apropiado» a su identidad

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La militar estadounidense Chelsea Manning, que cumple condena de 35 años por filtrar documentos clasificados a WikiLeaks, ha anunciado este viernes una huelga de hambre hasta que reciba ayuda por su disforia de género y se tratada «con dignidad, respeto y humanidad» por el Gobierno estadounidense.

«Necesito ayuda, necesité ayuda este año. Fui conducida al suicido por la falta de atención a mi disforia de género y he estado desesperada por ello. No he recibido atención, todavía no he recibido nada», ha afirmado Manning en un comunicado que ha dado a conocer su portavoz. «No estoy pidiendo este tratamiento, ahora lo estoy demandando. Desde el 9 de septiembre y desde que reciba los estándares mínimos de dignidad, respeto y humanidad, rechazo voluntariamente cortarme el pelo, consumir comida o bebida excepto agua y tomar los medicamentos prescritos, además de atenerme a las normas, regulaciones, leyes y órdenes que no estén relacionadas con los asuntos que he mencionado», ha añadido Manning.

El Ejército anuncio después de un mes que investigaría la conducta de Manning en relación con el intento de quitarse la vida, una prueba que le podría llevar a un confinamiento solitario indefinido, a la reclasificación de máxima seguridad o a un tiempo adicional en prisión.

Manning ha asegurado que está preparada mental y emocionalmente para mantener la huelga de hambre de forma indefinida incluso si se volviera peligrosa para su vida. «Espero que esta decisión dure mucho tiempo. Muy posiblemente hasta mi incapacitación o mi muerte, estoy preparada para ello», ha añadido.

La militar, de 28 años, que nació hombre pero reveló tras ser condenada por espionaje que se sentía identificada como mujer, intentó suicidarse en julio por, según sus abogados, la negación del Gobierno a un trato apropiado a su identidad.

De acuerdo a los representantes de la presa, los doctores han recomendado que como parte del tratamiento a la militar, que comenzó una terapia hormonal en 2015, le sea permitido «tener el pelo largo siguiendo estándares femeninos». El Gobierno lo ha rechazado.

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