Un grupo de militares desplazado a Kabul, donde ha tenido lugar el ataque terrorista
Un grupo de militares desplazado a Kabul, donde ha tenido lugar el ataque terrorista - REUTERS

Afganistán, uno de los retos más peligrosos para las Fuerzas Armadas

Casi 30.000 militares han participado en la misión en la que más efectivos españoles han perdido la vida

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España puso en octubre punto y final a su gran misión en Afganistán. Después de casi 14 años, los 236 militares que quedaban en la base de Herat, en el oeste del país, volvieron a casa, dejando tras de sí una de las operaciones más largas y más peligrosas para las Fuerzas Armadas. Sólo ha quedado un reducido grupo de 21 efectivos en la capital, Kabul, para labores de asesoramiento al Ejército afgano.

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Más allá del objetivo de la misión, la de Afganistán ha supuesto uno de los retos más importantes que han asumido las Fuerzas Armadas españolas en los últimos tiempos y, sobre todo, desde que participan en misiones internacionales.

El sostenimiento de un contingente que llegó a ser de 1.521 militares a una distancia de 6.000 kilómetros y durante más de 13 años no es tarea fácil. Todo ello combinado con operaciones que ocasionalmente implicaron verdaderos combates en un duro entorno y a menudo en condiciones climatológicas muy extremas.

La misión con más bajas

Es la misión que más vidas se ha cobrado: un centenar de militares han fallecido en el curso de esta operación. De Afganistán volvían los 62 militares que murieron en el accidente del Yakolev 42 que se estrelló en Turquía en mayo de 2003, siendo hasta el momento la mayor tragedia que han sufrido las Fuerzas Armadas en tiempos de paz. De la misión de ISAF también son las 17 bajas que sufrió el contingente español en el accidente de un helicóptero Cougar, en agosto de 2005, durante una operación de reconocimiento a unos 20 kilómetros al sur de Herat.

Y en agosto de 2010, un talibán infiltrado como chófer mató a dos guardias civiles y un intérprete de español en la entonces base española en Qala i Naw, situada en la provincia de Badghis y cuya responsabilidad se entregó a las autoridades afganas hace ya dos años. El resto de militares fallecidos en Afganistán perdieron la vida -uno de ellos la primera mujer muerta en misión internacional, Idoia Rodríguez- en accidentes, combates o explosiones por artefactos explosivos improvisados (IED) colocados por la insurgencia en las carreteras, un sistema que hizo especial mella durante algunos años entre los contingentes internacionales de esta misión.

Aunque no ha sido la misión más larga, pues la de Bosnia supera los 23 años de duración, la de Afganistán ha visto pasar ya seis ministros de Defensa, uno de ellos interino, Alfredo Pérez Rubalcaba, durante la baja de maternidad de Carme Chacón en 2008. En total, por Afganistán han pasado casi 30.000 militares y Guardias Civiles españoles.

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