Modi y Xi Jinping este jueves
Modi y Xi Jinping este jueves - afp

El primer ministro indio visita China para estrechar sus relaciones comerciales

A modo de bienvenida personal, Xi Jinping recibe a Modi en Xian para superar la rivalidad histórica entre las dos mayores potencias emergentes del planeta

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Dándole la bienvenida a su visita de tres días a China, el presidente Xi Jinping ha recibido este jueves al primer ministro de la India, Narendra Modi, en su provincia natal de Shaanxi, donde ha contemplado los famosos Guerreros de Terracota en la antigua ciudad imperial de Xian. De esta manera, Xi le devolvía el detalle que Modi tuvo el pasado mes de septiembre, cuando le acogió en su ciudad natal de Ahmadebad durante su primer viaje a la India.

Con este encuentro personal, ambos confirman su buena sintonía y el reciente deshielo de las relaciones entre sus respectivos países, las dos mayores potencias emergentes del planeta. Dejando atrás su larga rivalidad histórica, que incluso llegó a enfrentarles en una breve guerra fronteriza en 1962, Xi y Modi están estrechando sus lazos bilaterales buscando su mutuo beneficio económico y una mayor presencia internacional de China y la India.

Gracias a su extraordinario crecimiento económico de las últimas décadas, los dos países más poblados del mundo no solo comparten muchos de sus objetivos y retos, sino que además se han descubierto como socios complementarios. Para hacer frente a su reciente ralentización económica, ambos pretenden reforzar sus cada vez mayores intercambios aprovechándose de sus gigantescos mercados.

Mientras China pretende exportar su avanzada tecnología, desde trenes de alta velocidad hasta plantas nucleares, la India aspira a captar sus inversiones en manufacturas e infraestructuras para renovar sus tercermundistas carreteras, aeropuertos, puertos y estaciones. Con las mayores reservas de divisas del mundo, cifradas en 4 billones de dólares (3,5 billones de euros), el autoritario régimen de Pekín está dispuesto a financiar parte de la modernización en infraestructuras que precisa la India, estimada en un billón de dólares (876.203 millones de euros). Para los próximos cinco años, China ya se ha comprometido a invertir hasta 20.000 millones de dólares (17.526 millones de euros) en las infraestructuras indias. Según informa el diario oficial “China Daily”, ambos países firmarán también acuerdos comerciales por valor de 10.000 millones de dólares (8.763 millones de euros) durante la visita de Modi.

Además, pondrán en marcha los acuerdos suscritos el año pasado durante el viaje de Xi Jinping a la India, que abarcaban desde un plan de colaboración nuclear hasta la ampliación de sus intercambios comerciales, pasando por la implantación de parques industriales chinos en el subcontinente.

Para Modi, la principal tarea será reducir el gigantesco déficit comercial que la India tiene con China, que asciende a 48.000 millones de dólares (42.056 millones de euros) y supone más de la mitad de sus intercambios totales, que sumaron 71.000 millones de dólares (62.207 millones de euros) el año pasado. Con este fin, volverá a insistirle a Xi Jinping para que abra el vasto mercado chino a sus empresas tecnológicas y farmacéuticas.

Con este acercamiento económico, Pekín y Nueva Delhi liman sus asperezas del pasado y afrontan una nueva etapa de colaboración política internacional, como se ha visto en recientes proyectos que ambos han abanderado junto a otras potencias emergentes. Entre ellos destacan el Nuevo Banco de Desarrollo, creado el año pasado por los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), y el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras, que pretenden romper el monopolio occidental en las finanzas globales.

Gracias al pragmatismo que están demostrando Xi Jinping y Modi, dos líderes carismáticos con evidentes ambiciones internacionales, China y la India intentan superar sus no pocos desencuentros históricos y disputas territoriales. Desde la guerra fronteriza que libraron en 1962, la India reclama 38.000 kilómetros cuadrados en la altiplanicie de Aksai Chin, en la parte occidental del Himalaya, mientras China suspira por los 90.000 kilómetros cuadrados del estado nororiental de Arunachal Pradesh. Para delimitar sus 3.500 kilómetros de fronteras, Pekín y Nueva Delhi han celebrado 15 rondas de negociaciones, de momento sin éxito. Otros puntos de fricción son el tradicional apoyo de Pekín a Pakistán, enemigo histórico de la India, y el asilo que este país concede desde 1959 al Dalai Lama y a otros 150.000 tibetanos huidos de China.

Tras el recorrido turístico por Xian, Modi llega este viernes a Pekín, donde mantendrá una reunión formal con Xi Jinping, y el sábado se desplazará a Shanghái, donde se encontrará con magnates como Jack Ma, el dueño del portal de comercio electrónico Alibabá, quien está invirtiendo en la puntera industria tecnológica india. Durante el fin de semana, Modi recalará en Mongolia antes de culminar su viaje por Asia en Corea del Sur.

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