Margrethe Vestager, la política todoterreno danesa que le plantó cara a Google

Aunque la danesa más conocida en Bruselas era la primera ministra Helle Thorning-Schmidt, hay otra mujer en la política de aquel país que ha ocupado menos portadas glamurosas, pero que en realidad ha demostrado tener un temple político digno de ser subrayado. La actual comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, la mujer a la que no le ha temblado el pulso a la hora de tomar la decisión de enfrentarse al gigante todopoderoso Google, es una todoterreno de la política que ha llegado a la capital europea pisando fuerte.

Vestager se dio a conocer en Europa durante la presidencia danesa de 2012. Mientras todos los focos apuntaban a la primera ministra, en realidad Vestager era la verdadera timonel.

En Dinamarca es tradicional una extraña combinación de los ministerios del Interior y Economía, que es el puesto que ocupaba la hoy comisaria. Es decir que presidía los consejos de ministros europeos más delicados en plena crisis, los de Economía y además de los de Interior. Ahora es comisaria de Competencia, que es el puesto de más poder real dentro de la Comisión, pero también la mayor responsabilidad porque de sus (malas) decisiones pueden depender demandas millonarias contra la UE.

Probablemente por ser hija de un ministro de culto protestante está acostumbrada a esa imagen rigurosa y modesta. No oculta sus canas y lleva un peinado que apenas necesita peluquería. Toda su carrera la ha hecho en la administración desde que terminó sus estudios de Ciencias Políticas en la Universidad de Copenhague, concretamente en el Ministerio de Finanzas. Es militante del Partido Social Liberal (RV, centrista) y su primer cargo político fue de ministra de Educación, que le se hizo más conocida para el público.

«Patata caliente» de Almunia

Militar en un partido tan pequeño como el RV tiene muchos inconvenientes, pero Vestager ha sabido navegar varias veces con el viento en contra y ha pactado en dos ocasiones con los socialistas para formar parte del Gobierno danés. Ahora ha emprendido una carrera europea que empieza con un gesto rotundo como pocos. Su predecesor, Joaquín Almunia, tuvo el caso Google sobre la mesa durante más de un lustro y existen dudas de si finalmente prefirió dejar la «patata caliente» para la persona que ocuparía el puesto de comisario de Competencia.

A Vestager le han bastado seis meses para dar el paso y atreverse con la que probablemente puede llegar a ser una de las mayores batallas jurídicas de la historia de su departamento. A la comisaria Vestager no se le conocen selfies con Barack Obama o cosas parecidas, pero su nombre aparecerá pronto más veces que el de Thorning-Schmidt cuando se lance una búsqueda en Google.