El archipiélago de Spratly, uno de los territorios en disputa
El archipiélago de Spratly, uno de los territorios en disputa - abc

China alza una «Gran Muralla» de arena en las aguas disputadas del Mar del Sur

Pekín construye cuatro kilómetros de masa terrestre artificial en torno a las islas que reclaman sus vecinos del Sudeste Asiático

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Las disputas marítimas en Asia siguen elevando la tensión entre China, sus vecinos y Estados Unidos. En una conferencia naval pronunciada en Australia, el comandante de la Flota estadounidense destinada en el Pacífico, el almirante Harry Harris Jr., ha acusado al régimen de Pekín de estar levantando una «Gran Muralla de arena» en las aguas disputadas del Mar del Sur de China, que también reclaman Vietnam, Filipinas, Taiwán, Malasia y Brunéi.

Tal y como denunció Harris, «China ha creado más de cuatro kilómetros de masa terrestre artificial vertiendo arena sobre arrecifes de coral, algunos de ellos sumergidos, y asfaltándolos con hormigón», según informan las agencias internacionales. En su opinión, el autoritario régimen de Pekín «está erigiendo una Gran Muralla de arena con excavadoras y bulldozers con el paso de los meses», lo que «despierta serias preguntas sobre las intenciones chinas».

Con esta tierra reclamada al mar, y, lo que es más importante, a sus vecinos, el almirante Harris cree que «aumentan las tensiones regionales y el riesgo de que haya errores de cálculo» en las islas Spratly y Paracelso.

Debido a sus supuestos yacimientos submarinos de petróleo y gas natural, así como a sus bancos de pesca y a su estratégica posición en las rutas marítimas internacionales, estos archipiélagos del Mar de China Meridional enfrentan desde hace años al régimen de Pekín con sus vecinos del Sudeste Asiático. Especialmente con Vietnam, donde el año pasado estallaron unas violentas protestas que acabaron con el incendio de fábricas chinas y una veintena de muertos después de que las patrulleras de ambos países se enfrentaran con sus cañones de agua por el traslado de una plataforma petrolífera que había ordenado Pekín. Mientras Vietnam reclama las islas Paracelso por hallarse a unas 130 millas náuticas de su costa, China se ampara en que caen dentro de su plataforma continental y de su zona de exclusión económica de 200 millas náuticas.

La animosidad también es enconada con Filipinas, que reclama parte del archipiélago de Spratly y critica las obras de China mientras fortifica las islas que controla, donde construye pistas de despegue y muelles. Para alcanzar una solución consensuada, el presidente de Filipinas, Benigno Aquino III, quiere llevar este conflicto a la ONU o ante un tribunal internacional, pero Pekín se opone mientras refuerza su presencia militar en la zona.

Basándose en imágenes tomadas por satélites comerciales, EE.UU. critica la expansión de la Armada china por las islas que ocupa en el archipiélago de Spratly, ya que ha llegado a construir una guarnición con tierra ganada al mar en el arrecife de Gaven, donde ha instalado una torre antiaérea. Además de asentar su ocupación militar, estas construcciones consolidan las reclamaciones territoriales de Pekín, que ha establecido la pequeña ciudad de Sansha en la isla de Yongxing, perteneciente a las Paracelso, con una población de un millar de habitantes.

A pesar de los constantes llamamientos al diálogo por parte de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), las disputas territoriales siguen amenazando a la región más dinámica del mundo.

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