El copiloto: Andreas Lubitz de 27 años y contratado por Germanwings en 2013

Acumulaba 630 horas de vuelo y se había formado en Bremen y en la Escuela de Vuelo de Lufthansa

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Según las últimas investigaciones de la investigación de la fiscalía criminal francesa, según lo analizado en los últimos 30 minutos del vuelo a partir de la caja negra, todo apunta a una acción voluntaria del copiloto para estrellar el avión. [Así te estamos contando en directo el accidente del vuelo 4U9525 de Germanwings]

Este copiloto ha sido identificado por los investigadores franceses como Andreas Lubitz, de nacionalidad alemana, y no estaba clasificado como terrorista. Su página de Facebook ha sido borrada. Lubitz tenía 27 años, era natural de Montabaur y se había formado en Bremen y en la escuela de vuelo de Lufthansa. Trabajaba para GermanWings desde septiembre de 2013 y acumunlaba 630 horas de vuelo.

Perfil de Facebook eliminado de Anreas Lubitz
Perfil de Facebook eliminado de Anreas Lubitz

El presidente de Lufthansa, Carsten Spohr, ha explicado en rueda de prensa

que la formación del copiloto se interrumpió hace seis años su formación durante varios meses, aunque ha dicho que no es inusual no ha sido capaz de aportar más datos sobre este asunto. Lubitz retomó posteriormente la formación, pasando las pruebas pertinentes para pilotar. Spohr ha comentado que Lubitz comenzó su formación en 2008, primero como auxiliar de vuelo, y luego completó su técnica como copiloto. «Era apto al cien por cien y su actitud era impecable», ha comentado respecto a Lubitz.

Sobre esa interupción de algunos meses en su formación surgen algunas dudas. Un periodista de Der Spiegel, Matthias Gebauer, publica un Twitt en el que asegura que, en 2009, el copiloto interrumpió su formación durante seis meses por una «crisis nerviosa o síntomas de depresión». Cita a sus ex compañeros de la escuela de pilotos que hablaron con la prensa alemana.

En septiembre de 2013, el copiloto había sido reconocido con la prestigiosa identificación de la Administración Federal de Aviación (FAA) por haber alcanzado o superado los estándares formativos y médicos establecidos por la organización. Lubitz había obtenido su licencia de vuelo en junio del año 2010 y estaba vigente hasta junio de este año.

Según ha informado el fiscal, en un momento dado, el comandante prepara el plan para el aterrizaje el Düsseldorf y mientras da las órdenes, el copiloto sólo da respuestas «lacónicas». Después, el comandante pide a su compañero que tome las mandos para ir al baño y deja la cabina. Al volver, se encuentra con la puerta cerrada y pide que le abra, algo que no ocurre. En esos momentos, el copiloto manipula un botón para accionar el descenso del aparato, una acción que sólo puede ser de manera voluntaria y para «destruir el avión» por razones que se desconocen.

En su cuenta de Twitter, la compañía Germanwings ha dicho sentir una profunda conmoción por las revelaciones en torno a la actitud de Andreas Lubitz.

De 28 años, era miembro de la asociación de vuelo alemana LSC Westerwald, que desde este miércoles lanzó un mensaje de pésame por la muerte de su antiguo compañero. La alcaldesa de Montabaur, su ciudad natala, Gabriele Wieland, ha explicado a la agencia de noticias alemana DPA que el joven había vivido con sus padres y tenía también un alojamiento en Düsseldorf, ciudad a la que se dirigía el avión de Germanwings que se estrelló con 150 personas a bordo en los Alpes franceses.

«Andreas murió como primer oficial de servicio en la catástrofe aérea», publicó en su página el Club de Deportes Aéreo (LSC Westerwald) de Montabaur, del que era miembro, al conocer la noticia del accidente el pasado martes. «Cumplió su sueño de volar, sueño que ahora ha pagado caro con su vida», manifestaban sus compañeros del club en recuerdo de un joven que, señalaban, «comenzó como piloto de planeadores y llegó a ser piloto de un Airbus A320».

Según el diario británico The Independent, personas cercanas a Andreas Libutz descartaron que se encontrase en una situación psicológica que pudiera consucirle al suicidio. «Estaba feliz, tenía trabajo en Germanwings y estaba haciéndolo bien», dijo Peter Ruecker, miembro del club LSC. «Él desprendía una buena sensación», añadió. Ruecker había conocido a Lubitz mientras éste iniciaba su carrera como piloto.

¿Suicidio o atentado?

La investigación tendrá que determinar todavía este extremo, aunque el fiscal ha declarado en rueda de prensa que no se trabaja por el momento con la hipótesis del atentado. Los acontecimientos no han sido reivindicados tampoco por ninguan organización terrorista.

El fiscal francés que investiga el accidente del vuelo de Germanwings, que causó la muerte de sus 150 pasajeros, ha apuntado esta mañana la posibilidad de que se trate de un suicidio deliberado del copiloto.

Las nuevas revelaciones han recuperado la tesis de los pilotos suicidas. El 19 de diciembre de 1997 Estados Unidos determinó que el piloto del vuelo 185 de SilkAir estrelló intencionadamente el avión en un río cerca de la ciudad indonesia de Palembang. El Boeing 737, que cubría la ruta Yakarta-Singapur, desapareció repentinamente sobre el sur de Sumatra (Indonesia). De los 104 pasajeros solo se pudo identificar los restos de seis.

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