La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, ha recibido este miércoles el informe final de la Comisión de la Verdad, que ha investigado las violaciones de derechos humanos durante la última dictadura (1964-1985), con lágrimas y, según dijo, «sin revanchas».
El informe, que detalla que la dictadura dejó 434 muertos y desaparecidos, fue presentado en un acto encabezado por Rousseff, quien en su juventud pasó casi tres años presa y sufrió torturas por sus vínculos con un grupo que se alzó en armas contra el régimen militar.
Rousseff llora al recibir el informe sobre las torturas de la última dictadura en Brasil
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