Los paracaidistas británicos defienden el puente
Los paracaidistas británicos defienden el puente - Wikimedia

La heroica resistencia de los paracaidistas británicos masacrados por los panzer alemanes en «Market Garden»

72 años después de la operación «Market Garden» han sido identificados los restos de seis soldados británicos que fallecieron en la defensa de Arnhem

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Más de siete décadas. Eso es lo que han tenido que esperar los restos de seis soldados británicos sin identificar para -finalmente- recibir de nuevo su nombre y sus apellidos. Y es que, 72 años después de que fallecieran en Holanda luchando contra los nazis y fueran enterrados en una zanja sin nombre alguno, se han llevado a cabo las labores para saber su identidad.

Su historia, con todo, no puede ser más trágica, pues murieron durante la defensa del puente de Arnhem en la operación «Market Garden» (un desastroso ataque realizado por los aliados en 1944 cuyo triste resultado dio como resultado el rodaje de la película «Un puente lejano»).

Comienza el desastre

En septiembre de 1944, durante la recta final de la Segunda Guerra Mundial, los británicos y los americanos establecieron que la mejor forma de presionar las líneas germanas era invadir Holanda, la retaguardia de las tropas alemanas.

Su objetivo no era otro que desarticular el sistema defensivo ideado por Hitler mediante un doble ataque.

El primero sería protagonizado por 35.000 soldados de las tropas aerotransportadas de ambos países (entre las que destacaron por el lado estadounidense la 101 y la 82 división, y por el británico la 1ª División Aerotransportada). El segundo se correspondería con un asalto terrestre desde el sur que enlazara con los paracaidistas. La operación fue conocida a la postre con el nombre de «Market Garden».

El puente de Arnhem
El puente de Arnhem - Wikimedia

El asalto comenzó entre el 17 y 18 de septiembre, día en el que más de un millar de aviones bombardearon hasta la saciedad los aeródromos y las posiciones artilleras germanas presentes en el sur de Holanda. Después de que miles de explosivos llovieran sobre las cabezas de los nazis, le tocó el turno a los paracaidistas, entre los que se encontraban nuestros héroes.

El aterrizaje

La Aerotransportada británica, cuya historia nos ocupa, fue lanzada sobre la ciudad de Arnhem (en Güeldres). Aunque su aterrizaje no pudo ser más desastroso (pues los alemanes destruyeron varios de los planeadores Horsa en los que eran arrojados) a media tarde establecieron un perímetro defensivo al oeste de la zona y, posteriormente, avanzaron hasta el puente de Arnhem (sobre el Rhin) que daba entrada al pueblo. Hasta él solo llegó el segundo batallón de los apodados «Red Devils», mientras que el primero y el tercero fueron detenidos por los defensores.

Los británicos tendrían poco tiempo de descanso pues, como señala el historiador Max Hastings en su obra «Armagedon», el caos de los nazis tras el ataque se terminó tornando en un contraataque sumamente organizado que terminaría pasando por encima, y como una apisonadora, a los ingleses.

Panzers alemanes
Panzers alemanes - Wikimedia

A pesar de todo, a partir del día 18 los escasos militares que lograron establecerse en el puente resistieron múltiples embestidas de las SS a base de granada, fusil y ametralladora. Siempre esperando unos refuerzos que les ayudaran a expulsar de allí a los germanos. No obstante, la única ayuda que obtuvieron en los siguientes días fue la de la 1ª Brigada Paracaidista Libre, la cual se unió a los defensores el 21 de septiembre.

La resistencia final

La resistencia de los paracaidistas ante las SS (en cuyas filas destacaba la 2ª División Panzer) quedó disuelta a partir del 25 de septiembre, después de que los germanos barrieran a los británicos y polacos hasta la extenuación a base de infantería y morteros.

Esas jornadas, después de que hubiera quedado patente que era casi imposible reforzar a los «Red Devils» por tierra debido a la tenaz resistencia alemana, se ordenó a la 1ª División la retirada. Esta no pudo ser más desastrosa, pues el fuego nazi sobre el puente impidió que la totalidad de la unidad se marchase (lo que obligó a unos 300 ingleses a rendirse).

El asalto terminó con casi 7.000 miembros de este grupo hechos presos y unos 1.500 fallecidos. «Las cifras de bajas de la 1ª División Aerotransportada duplicaron en conjunto a las de la 82 y la 101. Sin embargo, fue la última derrota [en la zona]», señala el historiador Andrew Roberts en «La tormenta de la guerra».

Prisioneros británicos tras la contienda
Prisioneros británicos tras la contienda - Wikimedia

Héroes recuperados

Ahora, 72 años después de que se sucediese aquella terrible contienda, los cuerpos de un total de seis soldados británicos que habían desaparecido durante el ataque han sido recuperados e identificados tras ser exhumados de una serie de tumbas sin nombre ubicadas en el cementerio militar en Oosterbeek, a donde llegaron tras un curioso periplo.

Concretamente, los fallecidos dejaron este mundo con una diferencia de cuatro días (desde el 21 al 25 de septiembre) y fueron posteriormente inhumados en una fosa común por sus compañeros (quienes, según los investigadores holandeses, no pusieron nombre a sus sepulcros por las prisas y la difícil situación).

Allí permanecieron hasta que los germanos fueron expulsados de la zona y los aliados llevaron sus cuerpos al cementerio militar en Oosterbeek. Entonces no pudieron ser identificados, por lo que han permanecido en el anonimato hasta ahora.

Estos seis héroes llegaron en planeadores a la zona y recibieron órdenes de asegurarla. Concretamente, los restos que han aparecido corresponden al soldado Raymond Halliday, al cabo Jack Carr, al cabo Thomas Edgar, al soldado Thomas Stanley, al Pte Harry Vasey y al Pte George Wilson.

El primero en dejar este mundo fue Wilson, de 22 años, quien fue asesinado el 21 de septiembre. Posterioemten le tocó el turno a Edgar, quien recibió un disparo mientras defendía una posición en Oosterbeek, donde se había establecido la «última defensa» inglesa. Este militar fue llevado hasta un puesto de primeros auxilios, pero no pudieron salvarle. Por suerte, ahora todos ellos (y sus familias) pueden al final descansar en paz gracias. Al menos, así lo han afirmado varios miembros de sus familias al diario «Daily Mail».

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