«¡Mamá no quiero bajar a la playa!»

El verano es una de las épocas del año en que más conscientes somos de nuestro cuerpo. Olvidarnos de la ropa y pasar el día en bañanor o biquini invita al difrute en piscinas y el mar. Sin embargo, es también época de múltiples complejos. En ocasiones, un exceso de peso puede limitar este tipo ocio en aquellas personas que no quieren mostrar su aspecto exterior.

Pese a que generalmente se piensa en el peso y en las chicas o mujeres como el sector de población que más se preocupa por su aspecto físico, los expertos señalan que hay casos de chicos entre 13 y 14 años rehuyen de acudir a las zonas de baño o gimnasios, campamentos... porque padecen ginecomastia.

Se trata de un crecimiento de las glándulas mamarias más allá del normalizado para su edad.

Según el doctor José Vilar-Sancho, médico especialista en Cirugía Reparadora, es necesario distinguir entre la ginecomastia verdadera o genética, que supone un incremento de la glándula mamaria por enfermedad, por falta de las hormonas masculinas, y la ginecomastia falsa, que conlleva un aumento del volumen de la glándula mamaria por grasa.

¿Influye entonces en su aparición que el adolescente tenga una dieta no equilibrada?

En el caso de la ginecomastia falsa, cuya apariencia es la del típico chico regordito, sí influye porque denota que tiene una dieta mala,  con mucha grasa y poca verdura, además de una falta de ejercicio físico. En verano es frecuente que veamos a familias regorditas (el padre, la madre y los hijos...), que tienen una mala educación alimenticia, sin atenerse a una dieta correcta.

Además del efecto físico, ¿supone algún problema en el organismo del joven?

Desde el punto de vista médico no implica ningún problema más allá del físico, de tener un aumento de mamas. Sin embargo, sí que puede suponer un problema psíquico, puesto que esta apariencia puede provocarle al chico un complejo grande porque, en algunos casos, tienen las mamas como una chica de 14 años. Y eso les produce un complejo brutal.

Son chicos a los que no les gusta ir al gimnasio, y en estas fehas prefieren no bajar a la playa ni a la piscina porque llaman la atención. La consecuencia es que esta situación les lleva a tener un mayor sobrepeso porque no les gusta hacer ejercicio por todo lo que les supone para ellos mostrar su cuerpo, y esto les produce un complejo brutal.

¿Qué consecuencias emocionales tiene?

En los casos más extremos puede llegar a suponer un problema psiquiátrico grande y desencadenar en una depresión. Con un complejo importantísimo de no poder moverse ni salir ni querer hacer nada.

Si aparece entre los 13 y 14 años, ¿desaparece pasada esta edad?

En algunas ocasiones, si se trata de una ginecomastia verdadera, y el chico comienza a desarrollar sus características masculinas, a aparecerle el clásico bigote, a salir vello en el cuerpo, cambiarle el tono de voz..., hay veces que sí desaparece.

¿Existen tratamientos para solucionar este problema?

Más que como un problema hay que tratarlo como una enfermedad. Sólo existe el tratamiento quirúrgico que consiste en hacer una mastectomía mediante una incisión alrededor de areola y quitando la gandula mamaria. Posteriormente se manda a analizar para saber que es una glándula no es maligna y, si el resultado es bueno, se reconstruye la areola. Es una operación muy sencilla. Con resultados óptimos.

Es una operación que se realiza como solución a una enfermedad, no es una mera intervención estética. la edad para realizar esta intervención es a partir de 16 años.

¿Se puede prevenir?

No. A algunos niños les dan hormona del crecimiento como parte de la solucion, pero esto no sirve de nada.

No obstante, hay veces que las madres no son conscientes de este problema porque a sus hijos les da demasiada vergüenza hablar de ello. Por ello, los padres deben estar atentos a las señales que puean indicarles para buscar cuanto antes soluciones de forma conjuntos y que los jóvenes se sientan más seguros al sentirse comprendidos y acompañados.