DIVULGACIÓN

«En matemáticas se aprende mucho de los "fallos fecundos"»

Eduardo Sáenz de Cabezón es un científico que explica las cosas con humor

MADRID Actualizado: Guardar
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Aunque parezca contradictorio, el matemático Eduardo Saénz de Cabezón es un monologuista reconocido. Con su grupo Big Van Theory se ha propuesto utilizar la risa para hacer ciencia, al revés de los científicos frikis de la serie americana que hacen risa de la ciencia. Confiesa que lo más estimulante del universo para él son los números, y quiere hacer de las matemáticas algo asequible y cercano. Para ello ha escrito un libro titulado «Inteligencia matemática, descubre el matemático que llevas dentro».

-En general las matemáticas no son muy «populares» ¿Por eso se le ocurrió escribir este libro?

-Fue por una concatenación de hechos, como distintos ríos que se juntan en un momento dado. Yo estaba dando diversas charlas divulgativas por toda España y también con el espectáculo de monólogos.

Fui a dar una conferencia TDEx en Río de la Plata que se subió a Youtube, y partir de ahí vino todo rodado.

-¿Todos tenemos una mente matemática?

-Absolutamente si. También tenemos una mente artística, literaria... pero no la ejercitamos. Todos podemos llegar a creer que llevamos una artista dentro, pero pocos piensan que llevan un matemático. Hay un rechazo a las matemáticas que no tienen otras áreas.

-¿Esto quiere decir que en España se enseñan mal esta asignatura?

-No lo creo. Si comparamos los resultados del informe PISA en realidad no estamos tan lejos de los países que obtienen los mejores puestos, la diferencia no es tan grande. Ahora bien, si hablamos de los temarios que se enseñan, puede que estos no sean los adecuados. Son muy instrumentales, muy ajenos a la vida diaria y no ayudan a los que tienen una dificultad intrínseca.

-¿Entonces...?

-No hay que enseñar los mismos conocimientos a todos los niños en el mismo momento, por ejemplo no todos tienen que aprender a dividir en el mismo año. Pero claro, hay que cumplir un programa y los profesores van a piñón. No se pueden dedicar a los alumnos de uno en uno y el que se pierde se queda en el camino.

-¿Tiene solución este problema?

-Habría que diversificar la enseñanza. No toda la gente piensa igual en matemáticas. A algunos les va mas la aritmética, a otros la geometría, el cálculo...

- ¿En la naturaleza todo responde a un patrón matemático?

-¡Es una pregunta difícil! No puedo decir un NO absoluto. Yo creo que no es que la naturaleza responda a patrones matemáticos, sino que nosotros lo leemos todo en clave matemática, pero son lecturas humanas porque está en nuestra naturaleza buscar explicación a todo.

-¿Se acaban frustrando muchas investigaciones matemáticas?

-En matemáticas se aprende mucho de los fallos. El no llegar a la solución de un problema no es un fracaso, porque la investigación se puede usar para otras cosas. Por ejemplo, el matemático británico Andrew J. Wiles, de la Universidad de Oxford ha ganado el Premio Abel, considerado el Nobel de las matemáticas, por la resolución de un problema planteado hace trescientos años. La respuesta a esta problema no resuelve nada de la vida diaria, pero con todos los intentos fallidos que se han realizado, se ha podido avanzar en el campo de la informática y de internet. Son lo que se llaman «fallos fecundos».

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