Conseguir que los niños coman verduras sin quejarse es una batalla para muchos padres. Una forma de ganarla es apuntando a los menores a clases de cocina donde aprendan a preparar recetas atractivas para la vista y para el paladar. Y es que las lecciones de gastronomía dirigidas a los más pequeños de la casa se encuentran en pleno auge, especialmente desde la popularización de los programas culinarios en televisión , según nos cuenta Ignacio Barreiro, gerente de la escuela madrileña de cocina De Olla y Sartén.
Gonzalo Ribot, profesor en dicha academia, remarca que «es muy importante que los niños se acostumbren a comer verduras todos los días». En la clase a la que hemos asistido los alumnos han aprendido a hacer cupcakes de verduras (ver preparación de la receta en el vídeo). «De seis niños que teníamos hoy, a cuatro no les gustaba el brócoli, y al final todos han encontrado el plato muy rico», remarca Ribot.
El objetivo de estas sesiones no es sólo que los menores aprendan a cocinar, sino inculcarles hábitos alimentarios saludables. Se les enseña a evitar las grasas trans, la bollería y la carne procesada , y se insiste en la idea de que deben comer un mínimo de dos piezas de fruta cada día.
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