Iñigo Urkullu, en una imagen de archivo
Iñigo Urkullu, en una imagen de archivo - EFE

Urkullu insiste en pedir una «consulta legal y pactada» que no supondría «la independencia de facto»

El lendakari admite que, si Sánchez pacta con Ciudadanos, el apoyo del PNV sería «muy difícil, por no decir imposible»

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En el día en que el PNV analiza la propuesta de Pedro Sánchez a las formaciones con las que negocia su apoyo para ser investido presidente del Gobierno, el lendakari Iñigo Urkullu ha insistido en que el ejecutivo autonómico que encabeza y el partido al que pertenece plantea «una consulta legal y pactada», que podría apoyarse en una «interpretación flexible» del artículo 149 de la Constitución, o tomando como modelo el referéndum en Escocia, aunque ha matizado que aboga por el «derecho a decidir sin que necesariamente suponga la independencia de facto».

Urkullu ha afirmado, entrevistado en Onda Cero, que «estamos en un enredo pretendido de que necesariamente lo que pretendemos los nacionalistas del PNV o los reponsables institucionales en representación del PNV es una consulta exclusivamente para la independencia».

Y ha preguntado retóricamente: «¿Por qué no puede ser una consulta para la libre adhesión o la anexión voluntaria en el Estado español? ¿Por qué no puede ser una consulta para una identificación de un concepto de autogobierno pactado y con un régimen de bilateraldiad, de tal manera que una de las dos partes no lo modifique a su conveniencia?».

El lendakari ha apelado a la ponencia de autogobierno que alberga el Parlamento vasco para recordar que « se está planteando una consulta que sea legal, que sea pactada y que además tenga un precedente, una previa, que es un acuerdo integrador, inclusivo, entre formaciones nacionalistas y no nacionalistas en el Parlamento». «No estamos planteando ni siquiera el ejercicio de ese principio democrático que es el de la decisión desde un planteamiento que sea necesariamente una consulta, que sea de parte de los nacionalistas vascos, sino como consecuencia de un acuerdo lo más inclusivo posible», ha argumentado.

Apoyo a Sánchez

En cuanto a la posibilidad de que el PNV facilite la investidura de Sánchez como presidente del Gobierno, Urkullu ha insistido en esperar a «saber cuál es la posición que tiene el PSOE y su candidato con respecto al autogobierno de Euskadi, a la actualización de ese autogobierno», así como en otras materias como la política penitenciaria, donde aboga por el acercamiento de presos etarras y su reinserción. «Lo primero es el desarrollo del autogobierno vasco en su actualización», ha subrayado.

«Espero que esté, por lo menos, dispuesto a debatir la realidad vasca, no solo la catalana», ha dicho sobre Sánchez, en alusión a sus reivindicaciones soberanistas y las del PNV, y ha recordado que viene diciendo desde hace meses que un presidente del Gobierno «se equivoca si piensa que solo tiene un problema, que es Cataluña. Venimos planteando también la necesidad de un respeto al autogobierno vasco».

Pese a insistir en que el PNV negocia «sin líneas rojas», aunque sin ofrecer «cheques en blanco», sí ha reconocido que habría un escollo insalvable. «Si quien quiera ser presidente del Gobierno tiene la necesidad de apoyarse en Ciudadanos y asume el planteamiento de Ciudadanos de supresión del concierto, la modificación de esa interpretación de autogobierno singular, amparada y respetada por la Constitución Española, evidentemente es muy difícil, por no decir imposible, que cuente con el apoyo del PNV».

En todo caso, ha recordado que, previamente, por una cuestión aritmética, el PSOE debe llegar a acuerdos con otras formaciones. Y, en este sentido, se ha mostrado pesimiste. No descarta, en absoluto, la necesidad de repetir elecciones generales. «Entra dentro de lo posible y lo probable. Da la impresión de que, por mucho que se esté procediendo a un inicio de conversaciones, no sé si negociaciones, con una pretension de una sesión de innvestidura del candidato del PSOE, hay planteamientos que puedan reiterarse commo vetos cruzados, lo cual haga imposible la sesión de investidura y nos aboque nuevamente a unas elecciones generales. Ojalá que no fuera así por la estabilidad que necesita el Estado español».

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