Juan Miguel Pérez de Andrés, director general de Siemens Energy Management
Juan Miguel Pérez de Andrés, director general de Siemens Energy Management - A.M.

«La demanda energética a nivel mundial aumentará un 50% en 2030»

El director general de Siemens Energy Management advierte de que el 80% de la energía española procede del exterior

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El sector energético avanza con paso firme hacia su integración en el nuevo marco tecnológico que impera a nivel mundial. A pesar de que aún quedan muchas incógnitas que despejar, los expertos auguran que, en lo que respecta a la Unión Europea, el futuro pasa por la instalación de sistemas que sean capaces de gestionar y distribuir la electricidad entre los Estados miembros, que dependen en exceso del mercado exterior. De hecho, hace apenas una semana se anunció la puesta en marcha de la interconexión subterránea entre España y Francia, una obra pionera que permitirá duplicar la capacidad de intercambio entre ambas naciones.

En esta línea, el director general de Energy Management de Siemens, Juan Miguel Pérez de Andrés, considera prioritario incidir en este tipo de proyectos, pues el conjunto de la UE debe estar preparada para el importante incremento de la demanda energética que tendrá lugar a lo largo de la próxima década.

¿Qué desafios le deparan en el futuro al sector energético?

En los próximos años nos enfrentamos a importantes retos. Un estudio que ha desarrollado Siemens junto a la Universidad Técnica de Múnich indica que la demanda energética a nivel mundial aumentará un 50% en 2030. Eso significa que habrá que construir más estaciones de energía que, lógicamente, van a contaminar más. La UE está tomando medidas, como la directiva 2020, cuyo objetivo es que los países miembros dependan menos de las energías tradicionales en favor de las renovables. Por otro lado, está el problema de transportar la energía desde las plantas de producción a las metrópolis.

¿Qué soluciones se barajan?

En Siemens creemos que el futuro pasa, por un lado, por las autopistas energéticas; y por otro, por la implantación de herramientas inteligentes que sean capaces de automatizar todas estas fuentes de energía para aumentar su potencial.

¿Cuál es la situación de España?

En nuestro país es necesario continuar invirtiendo en tecnología para mejorar la eficiencia y la transmisión de energía, porque hay un importante problema de dependencia. En concreto, el 80% de la energía primaria procede del exterior, mientras que en el conjunto de la UE no llega al 55%.

¿Y cómo se puede revertir este paradigma?

La oportunidad que vemos es la de incrementar las interconexiones eléctricas para mejorar la eficiencia y la transmisión de energía. De esta forma, seríamos capaces de generarla en los lugares con más recursos para proveerla, mediante tecnología eficiente, allá donde esté el consumo. Es un proceso que se está dando en toda Europa.

¿Qué beneficios conllevaría la instalación de este tipo de interconexiones?

Otro estudio de la Universidad Técnica de Múnich asevera que la unión correcta de localización de las plantas de generación y unas adecuadas interconexiones podrían ahorrar entre 30.000 y 45.000 millones de euros, una cantidad fabulosa. España cuenta con uno de los niveles de interconexión más bajos de la UE, pues poseemos unas instalaciones que generan energía pero solo exportamos e importamos un 4% de la misma. Es una cantidad muy pequeña que se aleja mucho de nuestro objetivo, que es el 10%. Aunque ya se ha hecho un esfuerzo y se han terminado instalaciones como la interconexión con Francia a través del lado este de los Pirineos, hay otros proyectos necesarios que deberían realizarse.

¿Cuál es el principal obstáculo de las instalaciones actuales?

El hecho de que la energía es muy difícil de almacenar. Hay que generar la energía que se está consumiendo a cada momento. Existen sistemas muy avanzados de predicción y gestión de la demanda, pero el almacenamiento condiciona mucho. Disponer de una capacidad de interconexión nos daría la oportunidad de maximizar el uso de las plantas, lo cual sería muy beneficioso para el coste de la energía.

¿Para cuándo podría estar terminado el proyecto?

La UE ha planeado ha destinado una partida muy importante para favorecer este tipo de interconexiones. El proyecto se podría materializar en torno al 2020, no es a corto plazo. Sin embargo, está bastante claro que la iniciativa va a seguir adelante.

¿Cómo cree que será el sistema energético del futuro?

Es muy difícil predecir el futuro, pero la directriz europea es la de incrementar las renovables. Las nuevas tecnologías nos ayudarán a realizar un cambio de paradigma en el que los propios consumidores serán capaces de generar energía. Para ello será necesario contar con tecnologías más complejas de las que disponemos ahora. Un cambio que estamos experimentando en España es la eclosión de los contadores digitales, con los que de alguna manera existe una transparencia mucho mayor de los consumos. Antes teníamos una factura cada dos meses, y ahora las mediciones son diarias, lo cual abre un campo de posibilidades y expectativas para conocer cómo estás consumiendo de una forma exhaustiva.

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