El Hotel Ritz quiere cerrar en marzo para inciar su rehabilitación
El establecimiento centenario no admite reservas más allá del próximo 28 de febrero
La llegada de los nuevos propietarios en 2015 –el consorcio árabe-chino formado po r el grupo Olayan , de Arabia Saudí, y el gigante asiático de los establecimientos de lujo Mandarin Oriental – dejó claras las intenciones de renovar el Hotel Ritz . Un histórico de la capital que ha mantenido su esencia y filosofía basada en el lujo durante estos últimos años, con el horizonte puesto en una futura reforma que la compañía quiere acometer cuanto antes. Hay presupuesto: 90 millones de euros , según las cifras que se hicieron públicas cuando se cerró la operación. La empresa lleva meses esperando la aprobación definitiva de su proyecto por parte del Área de Urbanismo del Ayuntamiento y, a pesar de que el hotel no ha confirmado que disponga aún de la luz verde municipal, ha dado orden –según avanzó ayer El Mundo– de no admitir reservas más allá del próximo 28 de febrero .
Como adelantó ABC hace dos años, tras el cambio de manos, las intenciones de Olayan y Mandarin Oriental estaba basada en tres ideas clave. La primera es la construcción de un spa que, inicialmente, pensaron en situar debajo del jardín que da a la plaza de Neptuno. La belleza palaciega del exterior se recuperaría con las características actuales que hacen de este lugar un pequeño vergel en pleno centro de Madrid. Un «auténtico espacio de relax» que, según explicó la propiedad en su momento, ofrecerá «diseño y máximo confort». «Un oasis urbano con tratamientos, hidroterapia y masajes », aseguraron. El hotel ya cuenta con un espacio de bienestar y belleza, el «Bodyna Wellness Centre».
De las 162 habitaciones que tiene actualmente el hotel, 42 de ellas son suites. La segunda idea es conservar el mismo número de estancias pero haciéndolas más confortables. El primer proyecto al que tuvo acceso este diario incluía una reforma integral de la sexta planta para, redistribuyendo el espacio y sin modificar el volumen construido, hacerlas más amplias.
La tercera de las aspiraciones en la nueva etapa es contar con una estrella Michelin entre sus ya sofisticados fogones. La alta gastronomía es una de las pasiones personales de su director general, Christian Tavelli, quien ha hecho público en varias ocasiones su deseo de fundar además una escuela «Máster Ritz» para enseñar el servicio exquisito del que presume este hotel.
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