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Denuncia

El guardia civil que puede ser expulsado: «Estoy orgulloso de haber salvado una vida»

Explica que ni su compañero ni él sabían con lo que se iban a encontrar: «Un hombre bloqueado, que respiraba mal y tenía la cara negra»

Madrid Actualizado: Guardar
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El guardia civil al que han propuesto para recibir la medalla al Mérito con distintivo blanco, y a la vez su superior ha solicitado su expulsión por «insuficiencia profesional», explicó a ABC el suceso en el que participó y por el que han solicitado el galardón, tanto para él, como para su compañero. Ambos salvaron la vida de un vecino, atrapado en el incendio de su casa.

Como informó este diario, el cordobés Juan López Peña, de 33 años, trabaja en la Sección de Protección y Seguridad (Uprose) del Cuartel de Batalla del Salado de Madrid. Adscrito a Seguridad su trabajo consiste en realizar patrullas en los alrededores del perímetro de seguridad del acuartelamiento. Y cuando ven algún suceso o accidente, intervienen en primera instancia hasta que llega Policía Nacional, Municipal, bomberos, etc.

El fuego se desató el pasado 17 de marzo a las cinco de la tarde. A esa hora, un vecino del número 9 de la calle de Ciudad Real «vino corriendo a las instalaciones en las que yo ese día estaba de retén. A un sargento de Casa Real de paisano, que casualmente se encontraba ahí, le dijo que una vivienda se estaba quemando y él y yo que le oí salimos corriendo», relata López Peña.

«Entramos en el edificio y subimos andando. El portal estaba lleno de humo. Un señor nos indicó dónde estaba el problema: en el descansillo y nos llamaba a gritos. Era en el tercero. El residente nos señaló la puerta, que derribamos con la mano, con un golpe seco», agrega este agente.

«Una vez en el interior el ambiente era irrespirable del todo. No sabíamos si había alguien dentro o con qué nos ibamos a encontrar. En mitad del pasillo le vimos: era un hombre de mediana edad, aturdido, inmóvil. No hacía nada. Estaba en shock. Le cogimos de inmediato y le bajamos hasta la calle», indica López Peña.

«La víctima, muy asustada»

«La víctima, muy asustada, tenía dificultades respiratorias y la cara negra. Las llamas procedían de la cocina y se extendían a las habitaciones; se veía que la carga de fuego era importante; aún no había afectado a la entrada pero faltaba poco», recalca este guardia. «El señor no hablaba, solo hacía movimientos con la cabeza, no parecía estar bien, al margen del incendio que dejó su domicilio arrasado».

Ya en el exterior, los sanitarios del Samur atendieron al residente. «Terminó en la UVI, donde estuvo ingresado varios días». Les dijeron que si no hubiera sido por su actuación, esa persona podría haber muerto. Luego, el vecino del tercero, el que le indicó de dónde procedían las llamas, les dio las gracias al sargento y a él por su actuación».

López Peña es consciente de que arriesgo su vida, al igual que su compañero, pero «no lo pensé, en ese momento, actuas. Estoy orgulloso de haber salvado la vida a una persona», recalcó.

Explicó que los tres hermanos de su madre son guardias civiles y que, desde pequeño, esa labor le había llamado la atención. Por ello, siempre tuvo claro su vocación, en la que lleva 8 años y quizá no cumpla muchos más si acaba siendo «retirado», o expulsado.

El motivo es le han abierto un expediente de pérdida de condiciones profesionales por tres informes personales de calificación (Ipecguci) por «insuficiencia profesional».

Todo ello puede traducirse en que, cuando a López Peña le entreguen la condecoración ya no sea agente, denuncia Francisco Cecilia, secretario general de la Asociación Unificada de Guardias Civiles de Madrid (AUGC), entidad que viene cuestionando el carácter «subjetivo de estas calificaciones» desde que se pusieron en marcha en 2005.

Las realiza el superior jerárquico del agente, y, aunque afectan a casi toda la escala, repercuten más en el guardia raso y en el cabo, precisan las mismas fuentes.

El Ipecguci es una evaluación que tiene carácter bienal y abarca conceptos de carácter personal, profesional y de prestigio, entre los que se encuentran la capacidad de liderazgo, eficacia, disciplina...

«Crecen las alegaciones»

Se trata de un sistema de valoración injusto para todos los funcionarios, al «influir en cuestiones estrictamente personales que no solo pueden acarrear la expulsión, sino condicionar la carrera profesional, los ascensos y las vacantes por méritos, ya que con la calificación (o nota) se hace una media y puede restar puntos, aunque la calificación sea positiva».

Además, los expedientes inhabilitan para ejercer funciones de mando, denuncia Cecilia. Por ello, desde AUGC exigen que se articule de otro modo para que sea más objetivo, pues constituye «un arma arrojadiza y un muro que coarta la carrera profesional».

López, que tenía dos calificaciones negativas, acumuló una tercera extraordinaria por haber solicitado un curso. Ante estos hechos, Cecilia, el portavoz de la AUGC, presentó alegaciones en mayo, tras solicitar que se revise su caso y se cambie el modelo de evaluación de los agentes. La Secretaria Permanente de Evalucación y Clasificación (SEPEC) se encarga de examinar el expediente, que suele ratificar el informe, alega Cecilia.

Desde AUGC aseguran que han aumentado sustancialmente las alegaciones que recibe su departamento jurídico, no solo por ser negativas, sino por la baja nota.

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