Mensajes de odio en la red

Ha sido una de las noticias más tristes y polémicas de la semana, la reacción de algunos...

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Ha sido una de las noticias más tristes y polémicas de la semana, la reacción de algunos internautas en las redes sociales que tras la muerte de Bimba Bosé publicaron tuits injuriosos y ofensivos. La fiscalía ya lo investiga y ha pedido a las fuerzas de seguridad que le remitan los mensajes para analizar si algunos de ellos incurren en un delito de odio. No es la primera vez que pasa, de hecho, según  Roberto Fernández, jefe de la sección de redes de la unidad de investigación tecnológica de la policía es normal que ante la muerte de un personaje público o sucesos similares se den casos como estos. Sucedió tras la muerte del torero Víctor Barrio o tras el asesinato de la presidenta de la diputación de León Isabel Carrasco. En estos casos la policía monitoriza las redes y, en el caso de que la fiscalía lo solicite, actúa de oficio para detectar mensajes que, presuntamente, puedan constituir un delito. Los mensajes de odio a cualquier colectivo, la humillación a las víctimas del terrorismo, las amenazas o el acoso en redes sociales son delitos que se pueden perseguir de oficio. Insultar o atentar contra el honor de una persona también puede ser delito, aunque deberá ser el afectado quien lo denuncie. En cualquiera de los casos será un juez el que determine dónde está la frontera de la libertad de expresión. El abogado Juan Hernández afirma que depende del contenido, de la intención y de la difusión. El Supremo absolvió al concejal de Madrid Guillermo Zapata por sus tuits sobre Irene Villa o el Holocausto pero condenó al cantante de Defcondos por sus mensajes sobre Carrero Blanco o el Rey. El abogado Eloy Font afirma que esa delgada línea entre lo que es o no es libertad de expresión es lo que ahora mismo está en debate.Según la policía, detrás de estos tuits ofensivos puede haber gente muy diferentes perfiles, desde personas que habitualmente se dedican a insultar en la red a individuos normales que han actuado en un momento de calentón. Muchos, afirma la policía, lo hacen creyéndose amparados en el anonimato de la red, pero ese anonimato, aseguran en la policía, no existe, porque toda acción en la red deja rastro y todo perfil puede ser identificado. Las penas por este tipo de mensajes pueden llegar a los dos años de cárcel.

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