Sin melancolía

Releyendo estos días a Enric Juliana , director adjunto de La Vanguardia y delegado del diario en Madrid, me ha venido a la cabeza una reflexión que hacía en su libro “La deriva de España” , donde en uno de sus capítulos hablaba de los valencianos como una Comunidad nada melancólica. Valencia como la ciudad más italianizada de España y un carácter que nos hace ser emprendedores y competitivos, solidarios, pero nunca ser menos que nadie.

Estas reflexiones vienen ni al pelo con todos los acontecimientos que están sucediendo en España y cómo los interpretamos nosotros , desde Vinaroz a Orihuela.

A nivel económico todo este desvarío político de Cataluña, con más de 1.600 empresas que han trasladado sus domicilios fiscales, empresas que suponen cerca del 35% del total de empleo de la comunidad catalana, tienen una doble interpretación. A nivel “egoísta” todo lo que pueda favorecer a traer inversión a nuestra Comunitat siempre es positivo, pero por otra parte toda inestabilidad trae consecuencias. Empresas valencianas que trabajan para catalanas y se vean afectadas por un previsible boicot a sus productos, o como ya se han anunciado en diversos medios, una disminución de las reservas en nuestras plazas hoteleras. España se benefició a nivel turístico de la inestabilidad en Egipto y norte de África y estos casos de “rebeliones” políticas nunca pueden traer nada positivo.

A nivel político social parece que las corrientes políticas valencianas se van posicionando y muchos aprovechan para replantearse quiénes son y de dónde vienen. Ese análisis identitario yo creo que un médico lo debe recetar cuando alguien tiene fallos de memoria, sino creo que en muchos casos es mera sobreactuación o buscar un posicionamiento provechoso. Durante estos días se ha celebrado una manifestación “antifascista” en Valencia con el lema “totes contra el feixisme i per les llibertats, no passaran”. Retrotrayéndonos ha pasado mientras la casi totalidad de la sociedad civil valenciana , ni lo concibe, ni comparte la simbología que acompañaba la manifestación con elementos encapuchados, banderas comunistas e incluso algún alto cargo municipal tuvo el gusto de errar, de nuevo, y acudir a la marcha.

Por otra parte hay prevista para el próximo día 11 una marcha convocada por el exlíder valencianista Juan García Sentandreu , bajo el lema “Somos valencianos y españoles” , pone que la organiza junto a la Asociación de Entidades Culturales del Reino de Valencia y ya han salido algunas de ellas que no tienen ni idea de tal convocatoria salvo el cartel que se ha distribuido. Se ve que viendo el percal de la situación, el líder ultra quiere aprovechar el filón para volver a estar en primera línea. ¡Por el interés te quiero Andrés!, quiero decir Juan….

Valencia vuelve a ser tierra de manifestaciones y marchas para aquellos que quieran pasear por el centro semana sí semana también, con los debidos cortes de tráfico, embotellamientos y caos generalizado además de las quejas de comercios. En pleno siglo XXI seguir reinterpretando quienes somos, a mi entender es bastante simple.

Quiero también recuperar la célebre frase de James Carville , asesor del demócrata Bill Clinton , en su exitosa campaña a las presidenciales de 1992: “Es la economía, estúpido” . Es la tercera pata de nuestra nula melancolía como tierra. Tras una más que excelente campaña liderada por nuestro empresarios bajo el hastag #QuieroCorredor, parece que nuestro políticos no han sido capaces de unirse para hacer una demostración de fuerza de cara a pedir una financiación justa para la Comunitat. Los distintos partidos achacan intereses políticos por encima de la propia unidad . Ni pactar unos mínimos y una pancarta unitaria dice bastante poco……en fin no nos pongamos melancólicos.