Sociedad

Los Bancos de Alimentos cargan contra la Tomatina

El Ayuntamiento reitera ante las críticas por desperdicio de comida que las 160 toneladas de tomates que se lanzan no son aptas para el consumo humano

Imagen de la Tomatina celebrada este miércoles MIKEL PONCE

ABC

Nueva controversia relacionada con la Tomatina de Buñol, que se ha celebrado sin incidentes, bajo fuertes medidas de seguridad y con la participación de 22.000 personas. Si el pasado año arrecieron críticas en las redes sociales procedentes de Nigeria por lo que se consideraba un desperdicio de alimentos cuando en aquel país había escasez de tomates por una plaga de polillas, en esta ocasión los reproches llegan desde España.

Así, el presidente de la Federación de Bancos de Alimentos (Fesbal), Nicolás Palacios , ha criticado el «despilfarro» que, a su juicio, supone la fiesta que se ha celebrado este miércoles en la localidad valenciana de Buñol, en la que los participantes han lanzado en una hora 160.000 kilos de tomate .

Palacios declaró a Servimedia que su entidad «lucha contra todo tipo de despilfarro de alimentos y consideramos que esta celebración es un poco despilfarro». El responsable de Fesbal señaló que su federación no tiene nada en contra de este tipo de divertimentos, pero vería con agrado que se buscara una alternativa al empleo de tomates para acabar así con este desperdicio alimentario.

Sin embargo, las 160 toneladas de hortalizas que han teñido de rojo Buñol no son aptas para el consumo. Una empresa de Castellón llegó a un acuerdo con el Ayuntamiento para destinar a la fiesta los excedentes de tomates del tipo pera que no son aptos para el mercado que antes se desperdiciaban. Este año, además, es el primero de los últimos siete en el que no ha aumentado la cifra de tomates que se utilizan en la batalla festiva.

Imagen de la Tomatina celebrada este miércoles EFE

Las organizaciones detractoras de una de las fiestas más internacionales de cuantas se celebran en España recelan de estos argumentos.

Por contra, según José Ramón Mechó , gerente de la cooperativa La Llosa que distibuye la «munición» que se emplea en la fiesta, se trata de tomates pera tradicionales, que se plantan en abril y se empiezan a recolectar en julio y agosto, y que no valen para su venta en el mercado, de modo que «si no se celebrase la Tomatina estos tomates se quedarían en el campo y el agricultor perdería dinero» .

«El único secreto que tienen estos tomates es que están muy maduros, que prácticamente chorrean cuando se cogen con la mano », ha agregado Mechó.

Aumento de los controles de seguridad

Más allá de la recurrente controversia sobre el lanzamiento de tomates, la intensa presencia policial, mayor que en anteriores ediciones, y los controles de seguridad, hasta cuatro consecutivos , a los que han sido sometidos los participantes, ha sido la nota dominante en la presente edición de esta fiesta, condicionada inevitablemente por los últimos atentados de Cataluña.

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