La portavoz de los Comunes en el Parlament, en el centro de un nuevo caso de etnicismo anti-español

Pocos políticos aguantan un escrutinio intenso de sus redes sociales , sin embargo, los últimos casos conocidos en Cataluña hacen una radiografía inquietante de las pulsiones internas del nacionalismo en la comunidad. Si bien los tuits y artículos supremacistas del nuevo presidente de la Generalitat están dificultado sus primeros pasos al frente del Govern, ahora es un post de la portavoz de los Comunes en el Parlament, Elisenada Alamany , el que hace correr ríos de tinta.

«No fueron 14 meses de asedio a Barcelona. Nuestro país no es el que queremos desde 1714. Y los españoles siguen follándonos por detrás y por delante . Sin permiso», advertía una joven Alamany en su cuenta en Fotolog, una página para compartir fotografías y textos similar a Instagram que hacía furor entre los jóvenes catalanes a principios de los 2000.

El post -colgado coincidiendo con la diada del 11 de septiembre, por aquel entonces menos masiva y radical que las que celebran ahora al calor de las «performances» de la ANC y Òmnium Cultural - también resaltava que «la gente que gobierna España es mediocre y vomitiva». «Nosotros tenemos que ser incansables», concluía. Sorprende el deje extremadamente nacionalista de Alamany, que hoy forma parte de una formación que reniega del secesionismo de Junts per Catalunya, ERC y la CUP y que criticó con dureza las ideas etnicistas de Quim Torra en el último pleno del Parlament.

Acosada por las críticas, Alamany ha escrito un texto en Facebook -de redes sociales va la cosa últimamente en Cataluña- y ha criticado que se haya recuperado un mensaje suyo de cuando tenía 23 años. Además de asegurar que la edad con que escribió el texto justifica y resta valor a las palabras y expresiones que utilizó , apunta que por aquel entonces no se dedicaba a la política. «No me siento nada orgullosa», agrega antes de indicar que en ese texto se refería al Gobierno español y no a sus ciudadanos. «Creo en una Cataluña diversa y mestiza donde la aportación de la gente nacida en otros lugares de España y del mundo han ayudado a construir como el que más. Negar esta diversidad sería, en buena medida, negarme a mí», concluye.