La oposición municipal avala el proyecto de fachada del Liceu

Una menor densidad de círculos, reducción del diámetro de los mismos y, en un suma, un impacto visual menos vistoso del que proponía la idea inicial. Estos son algunos de los cambios que el artista Frederic Amat ha introducido en su proyecto de instalación para la fachada del Gran Teatre del Liceu y que ayer defendió ante el Consejo Asesor de Arte Público del Ayuntamiento de Barcelona.

La nueva propuesta, elaborada siguiendo las indicaciones del propio consistorio, contempla la instalación de 169 círculos de cerámica esmaltada que podrán retirarse sin dañar la fachada y, según el Liceu, sólo se tirará adelante si tanto la Generalitat como el Ayuntamiento dan su visto bueno.

De momento, el conseller de Cultura, SantiVila, ya se ha mostrado favorable a la intervención, por lo que sólo queda que se posicione el Gobierno municipal.

Una decisión que, sin embargo, habrá que seguir esperando, ya que la reunión de ayer del Consejo Asesor de Arte Público se cerró sin una valoración consensuada y se remitió a un próximo encuentro para decidir sobre el tema, por más que su veredicto no sea vinculante.

Quien sí que se mostró ayer favorable al proyecto fue toda la oposición de Barcelona, que respaldó el proyecto de Amat y valoró la apertura al barrio que supondría la intervención. Así, mientras que el líder municipal de CiU, Xavier Trias, aseguró que el proyecto dará una mejor imagen al Liceu, la líder de C’s, Carina Mejías, defendió que la reforma representará un impulso para el Liceu porque «le dará mucho más protagonismo en la Rambla», informa Europa Press.

Para Alfred Bosch (ERC), se debe «fomentar la preservación del patrimonio pero también la innovación artística y la participación de los vecinos implicados», mientras que desde el PSC, Daniel Mòdol valoró las intervenciones que se harán en la planta baja para mejorar la relación del equipamiento con el entorno».

El presidente popular municipal, Alberto Fernández, resalto que el proyecto debe mejorar la fachada y también la conexión del equipamiento con la Rambla y el barrio, aunque discrepa de la estética de la propuesta artística. Por su parte, la CUP-Capgirem aseguró no haber recibido información sobre el proyecto y rechazó valorar la propuesta.