Ángel Hernández Guardia - TRIBUNA ABIERTA

«Procés» de limpieza étnica

Va a ser imposible el regreso al punto cero, previo al «procés», como si no hubiese sucedido nada

Ángel Hernández Guardia
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Una de las obligaciones de las asociaciones de la llamada sociedad civil es la de servir de voz e instrumento de las minorías sociales y en determinados casos, como el que nos ocupa, de mayorías discriminadas por el poder, marginadas o víctimas de violencia institucional, cultural, social e incluso física.

En el caso del denominado «procés» en Cataluña, la responsabilidad de la creación, elaboración y ejecución de las medidas que permiten el «procés» de depuración étnica, que se pretende, les corresponde a las instituciones regionales catalanas. Y otra buena parte, a la insuficiente protección ofrecida por las instituciones nacionales, condicionadas por un sistema electoral que concede a los partidos regionalistas o separatistas, ser decisivos en la gobernabilidad de la nación.

Muchos de los partidos nacionales que han permitido conscientemente esta situación durante más de treinta años, están convencidos que una vez extinguidas las circunstancias políticas favorables a los que quieren expulsar a la parte de población «indeseable», el proceso se extinguirá por inanición.

Se equivocan. La población que ya hemos sufrido la violencia xenófoba de la «limpieza étnica», en sus diferentes grados, ya no podemos olvidar lo que se ha hecho durante estos 30 años pasados, y el aumento represivo que supone, que hasta hace dos días el presidente de la Generalidad asumiese públicamente ser el presidente del homogéneo y depurado pueblo catalán, al decir que la ley pretende «inhabilitar a todo un pueblo».

Va a ser imposible el regreso al punto cero, previo al «procés», como si no hubiese sucedido nada. Hay un dialogo posible para resolver y revertir pacíficamente el mal infligido, pero ese dialogo ha de ser obligatoriamente, dentro de la propia Cataluña. Nadie queda excluido del dialogo, y menos las instituciones nacionales de España, pero la división generada en el pueblo catalán, en dos grupos enfrentados, como son los homogeneizadores étnicos y los excluidos forzosos, ya no se soluciona dejando al margen del dialogo a uno de ellos.

La pretensión de un territorio catalán, homogéneamente puro, que expresa la campaña que inicia el día 29 la ANC, el principal instrumento de agitación del separatismo institucional, tendrá sus consecuencias y su debida respuesta, tanto jurídica y política como de acción cívica y democrática, en los espacios y con los medios precisos. La violencia unilateral ha llegado a su fin.

ÁNGEL HERNÁNDEZ GUARDIA PRESIDE El MOVIMENT CÍVIC 12 DE OCTUBRE

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