Celestino Corbacho - Tribuna abierta

¿Ya hemos salido de la crisis?

Se está creando empleo, es verdad, y de ello debemos de alegrarnos, pero un empleo de baja calidad, precario y con bajos salarios

Si nos atenemos a los datos macroeconómicos, podríamos decir que sí. Está bajando la tasa de paro, que alcanzó su máximo histórico en el año 2013 con el 26% de desempleo –la mayor tasa desde el año 1996–, está disminuyendo la tasa de endeudamiento de las familias y las empresas hacía una convergencia con la zona euro y sigue el encadenamiento del crecimiento de la economía desde hace ya varios años. En definitiva, con estos datos el Gobierno y el gobernador del Banco de España nos dirá por supuesto que ya hemos salido.

Pero deberíamos hacernos algunas preguntas: ¿Y los efectos tan negativos que la crisis ha tenido para el conjunto de la sociedad?, ¿han desaparecido? La respuesta es que no, todavía hay más de un millón de familias con todos sus activos en paro y, según diferentes estudios, los salarios han tenido una pérdida en los últimos años de la crisis del 8%

Se está creando empleo, es verdad, y de ello debemos de alegrarnos, pero un empleo de baja calidad, precario y con bajos salarios, por culpa, entre otras razones, de la última reforma laboral. Además, las pensiones tienen limitado su incremento al 0,25%, lo que significa en la práctica una devaluación de las mismas, también de las mínimas, que en España afectan a muchos millones de pensionistas y cuya cantidad no llega a los 700 euros.

Durante esta crisis, los servicios públicos, como la sanidad, la educación y la dependencia, han visto recortados sus presupuestos y en consecuencia se ha producido un retroceso en la calidad de estos, aumentando las listas de espera en la sanidad pública tanto para las intervenciones quirúrgicas como para la realización de pruebas. En la dependencia han aumentado las listas de espera, que en muchas poblaciones está entre tres y cinco años. Y en la educación, se ha tenido que recurrir a los barracones por falta de inversión en nuevas instalaciones. Y por no hablar del gasto I+D+i...

Por ello, debemos concluir que la crisis formará parte del pasado cuando los destrozos que ésta generó se hayan restituido.

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