Alberto Fernández - Tribuna Abierta

La ambigüedad de Colau

Sin duda, Colau ha pasado de ser una activista social plena a ser una activista municipal plana

Alberto Fernández
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El pasado martes Ada Colau visitaba por primera vez, desde que es alcaldesa de Barcelona, el Parlament de Catalunya. Una visita institucional que aprovechó para ofrecer su lealtad a la presidenta del Parlament Carme Forcadell y posiblemente para conversar sobre el proceso independentista, tras la manifestación del 11 de septiembre con motivo de la Diada de Catalunya. Recordemos que Colau a pesar de declararse no independentista, asistió a dicha manifestación, mostrando esa actitud de ambigüedad permanente que le caracteriza. Mientras Colau sigue dedicada a su proyecto político para Cataluña, Barcelona sufre las consecuencias de no tener un gobierno municipal sólido y que trabaje para mejorar la ciudad.

Sin duda, Colau ha pasado de ser una activista social plena a ser una activista municipal plana dada la inacción municipal por parte del actual gobierno de la ciudad.

Barcelona continua paralizada y sin previsión de aprobación de unos presupuestos para 2017, cuando ya no fueron aprobados los de este año. Además no tiene un calendario concreto para aprobar el Plan de Actuación Municipal (PAM) ni para el Plan de Vivienda, cuestiones de las que Colau hizo bandera, pero continúan sin presentarse. Tampoco se ha realizado un planteamiento serio de reforma de los servicios sociales de la ciudad para fortalecer las políticas sociales en favor de las personas que más lo necesitan.

Ada Colau debería volver a la política municipal y no centrarse en proyectos políticos personales, porque su obligación como alcaldesa es hacer Barcelona y no hacer un nuevo partido en Cataluña, ni hacer de independentista cuando le conviene. En todo caso, si Colau quiere acercarse tanto a la Generalitat, que lo haga para exigirle las inversiones, financiación y servicios que necesita Barcelona o para crear ocupación, fortalecer las políticas sociales y mejorar la seguridad y calidad de vida en los barrios.

Otra ambigüedad de Colau, mientras anunciaba en mayo de 2016 un total de 80 inversiones para barrios, el pasado 21 de julio en Comisión de Gobierno acordó dejar de hacer estas 80 inversiones por un total de 28,5M€ a cambio de destinar este importe a la compra del centro socio-sanitario del Fòrum, todo sin habilitar nuevas partidas para garantizar la ejecución de estas. Una muestra más que Colau publicita inversiones que luego ella misma acaba retirando, haciendo gala una gestión basada en el ‘postureo’ continúo. El consistorio no puede dejar de realizar inversiones de tipo social que implica nuevos equipamientos, urbanización de tramos de vía pública pendientes y que además son reivindicaciones vecinales desde hace mucho tiempo. Aquella Colau que en campaña defendía la participación ciudadana, luego la ignora, tomando decisiones de forma unilateral, al retirar inversiones como el cubrimiento de la Ronda de Dalt, una propuesta que ocupó la primera posición de propuestas de los barceloneses en la consulta del PAM.

En junio de 2015, Colau en su investidura como alcaldesa decía que siempre estaría al servicio de los vecinos, pero un año y medio después podemos ver como la ambigüedad de Colau le lleva a retirar inversiones en los barrios o ser más noticia por su participación en la manifestación de la Diada y no por la presentación de proyectos de ciudad.

Alberto Fernández es presidente del grupo municipal del PP en Barcelona

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