Podemos marca el paso

Podemos se nos militariza. Al menos en Castilla y León marca el paso, una consecuencia más de las taifas autonómicas llevadas el terreno político. El movimiento social insumiso y contestatario salido del 15M, cristalizado ahora en partido político y soñado por el gurú Arriola para crear un enemigo antisistema que dé miedo a los votantes, ya venía mostrando obediencia cuartelaria a su líder, Iglesias Turrión. También ficharon al general Rodríguez, del Aire, ex jefe del Estado Mayor de la Defensa con Carmen Chacón, que fue como paracaidista por las listas de Almería, donde como es natural se quedó sin escaño.

Resulta entonces que nuestras Cortes regionales debatían esta semana una iniciativa conjunta para instar al Gobierno central a buscar una salida a los militares de tropa y marinería que, al llegar a los 45 años sin haber ascendido, deben dejar las Fuerzas Armadas. Que estando ya fondón y con cargas familiares, uno no reúne aptitudes para hacer guardia en las garitas ni andar reptando de maniobras por el suelo. Así que, poco a poco, se irán a la calle con su paro y una ayuda económica compensatoria, a una edad crítica para encontrar trabajo. Solo en la Comunidad Autónoma hay más de 6.000 soldados profesionales.

El citado debate político se saldó con la unanimidad de todos los grupos políticos de la Cámara, ya que los procuradores podemitas tiraron por la calle de en medio sin atender las órdenes de Madrid. Incluso intervino desde su bancada Carlos Chávez, quien manifestó su orgullo «por unos militares que dan la vida por nuestro país», un lenguaje claro, sin complejos, alejado del estilo remilgado y hueco que tanto se escucha en los parlamentos. Solo le faltó decir España, pero ya llegará el momento. Unas semanas de instrucción, orden cerrado y tiro con el cetme hacen milagros. Luego desfilarán al son de «Banderita». Firmes, ¡arrrr!