Existen visitas guiadas y rutas para adentrarse en los tesoros de Las Loras-ICAL

Las Loras250 años de historia al aire libre

La Cueva de los Franceses enclavada en este geoparque ha reabierto sus puertas tras el parón invernal

Palencia Actualizado: Guardar
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A caballo entre los últimos coletazos del invierno de la Meseta y el calor de un verano que ya lucha por llegar, la primavera es la mejor época del año para emprender una buena caminata por el espacio natural Covalagua-Las Tuerces, en el extremo más oriental de la Montaña Palentina, ya casi en el límite con la provincia de Burgos. Y es que Palencia puede «presumir» de tener uno de los paisajes geológicos más importantes y especiales de España: el geoparque de Las Loras, ahora ya reconocido por la Unesco como miembro de la Red Mundial de Geoparques.

De Las Loras destacan sus altos páramos de piedra caliza con sus pliegues montañosos separados por espectaculares cañones de ríos.

Sin olvidar también, sus fortalezas naturales y la función de refugio que han cumplido a lo largo de la Historia para los diferentes pueblos y culturas. Una zona que cuenta con cavas, riscos, calizos y paisajes kársticos, que parecen ruinas con infinitas cascadas. Todas ellas son características «únicas» que destaca la propia Unesco en su nombramiento.

Las Loras se ha convertido en el segundo lugar Patrimonio Mundial de la Unesco en Palencia, junto con el Camino de Santiago, en el primer Geoparque de Castilla y León y el undécimo de toda España que entra a formar parte de la Red Mundial, según datos del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

Visitas guiadas o las rutasque discurren por Las Loras permiten descubrir un paisaje que se ha formado a lo largo de 250 millones de años, lo que convierte a este geoparque en un patrimonio natural y geológico impresionante que ofrece un verdadero viaje en el tiempo al que lo visita.

Las Loras formó parte de un fondo marino hace 200 millones de años, y así lo demuestran los numerosos fósiles que se encuentran en el territorio. Sin embargo, hace 165 millones de años, la separación de Iberia de la placa europea provocó un levantamiento en toda la región y quedó al descubierto. A partir de ese momento, empezaron a circular ríos que dejaron multitud de sedimentos arenosos como las areniscas de la Iglesia rupestre de Olleros.

Más tarde, aproximadamente hace 110 millones de años, cuando tuvo lugar la separación definitiva de Iberia, el mar comenzó a invadir parte del continente, sepultó esos depósitos arenosos y ocupó toda esa región. De esa época son los numerosos fósiles de corales y rudistas que se encuentran en los páramos calizos de Las Loras.

El momento crucial ocurre hace 35 millones de años, cuando se produjo el choque entre Iberia y Europa emergiendo del océano las cadenas montañosas de los Pirineos y la parte más oriental de la Cordillera Cantábrica, lugar donde se encuentran Las Loras. A partir de ahí comienza a formarse el aspecto actual del paisaje.

Ahora el enclave se ha convertido en una auténtica maravilla natural, arqueológica y patrimonial. Sólo en la zona palentina cabe destacar y visitar, entre otros, el conjunto monumental de Aguilar, el arte rupestre prehistórico de Mave, la iglesia rupestre y el yacimiento arqueológico de Olleros, el templo románico de Vallespinoso, las pinturas rupestres de Berzosilla, el castro celtíbero de Pomar, el tramo de la vía romana de Herrera a Retortillo o el enterramiento megalítico de Revilla de Pomar.

La Cueva de los Franceses
La Cueva de los Franceses - ICAL

Maravilla natural

Aunque uno de los parajes más especiales, sin duda, dentro de las Loras, es la Cueva de los Franceses. Se trata de una auténtica «maravilla natural» descubierta en 1904 por el Padre Luciano Huidobro ubicada en la localidad palentina de Revilla de Pomar y en la que los visitantes podrán alcanzar una profundidad de hasta 21 metros en un recorrido en el que además de estar lleno de sorpresas, podrán descubrir unos «espeleotemas» perfectamente definidos -estalagtitas y estalacmitas-.

Además, este año, la cueva ha reabierto ya sus puertas tras el parón invernal y lo ha hecho estrenando mejoras en el sistema de iluminación de las dependencias del yacimiento kárstico. Una inversión de algo más de 36.600 euros, que ha consistido en la sustitución de 28 proyectores LED en la única zona que no contaba con este sistema para evitar el calentamiento y por tanto la proliferación de algas y otros elementos orgánicos, así como las lámparas de las balizas, que marcan el recorrido.

Todo, para ayudar a conocer mejor y más en profundidad una cueva que debe su nombre a que fue lugar de reposo de los restos de quienes combatieron durante la Guerra de la Independencia, en 1808, en una contienda que enfrentó a tropas de Napoleón con un destacamento de cántabros, y que cuenta con cerca de un kilómetro de galerías.

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