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Los cinco mercadillos más singulares de Castilla y León

Céntricos, o algunos ubicados en recoletos rincones urbanos, son cita obligada para adquirir productos típicos, artesanales o muy antiguos

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  1. Viajando al pasado

    Uno de los eventos de fin de semana que más interés despiertan son los mercados medievales. Bien sea por sus fiestas, o simplemente para atraer turistas son muchos municipios castellano y leoneses los que se apuntan a esta fórmula que permite a sus visitantes trasladarse siglos atrás al mismo tiempo que disfrutan de productos artesanales o descubren costumbres y vestimentas ancestrales. Este próximo fin de semana la localidad vallisoletana de Alcazarén, acoge, por segunda edición consecutiva, la II Feria Luis Candelas, con la que conmemorará el apresamiento del bandolero madrileño, detenido en la localidad vallisoletana el 18 de julio de 1837. La inauguración del certamen correrá a cargo del Premio Cervantes José Jiménez Lozano y además de una recreación histórica de la época por parte de los vecinos incluirá un mercado de artesanía y una exposición de pintura y de aperos y labranza.

  2. Frutas en la Plaza España de Valladolid

    La Plaza España de Valladolid es uno de esos rincocitos de la ciudad que merece la pena visitar. Bajo techo y custodiado por dos esculturas de dos creadores vallisoletanos, Eduardo Cuadrado y Ana Jiménez, las frutas y verduras ocupan todas las mañanas este céntrico espacio, mientras que los domingos y festivos es ocupado por familias. Niños que acuden con sus padres para intercambiar cromos y completar sus colecciones. No son los únicos eventos que acoge el espacio vallisoletano, en el que durante el año se organiza multitud de actividades culturales como encuentros interculturales de música o mercadillos solidarios.

  3. De filatelia, un clásico

    También en Valladolid, los soportales de la Plaza de Fuente Dorada se convierten en un auténtico paraíso para los amantes del coleccionismo, pero sobre todo de la filatelia. Sellos y monedas de los más recónditos países del mundo tienen cabida sobre las mesas de cada puesto, donde también es fácil encontrar ediciones antiquísimas de libros. No es el único espacio dedicado a la filatelia en Castilla y León. Sellos, monedas, antiguedades, libros y artículos de segunda mano se dan cita cada domingo en la Plaza de España de Burgos.

  4. Uno de los más antiguos de León

    El mercadillo de La Bañeza, tierra que vio nacer al escritor Antonio Colinas, presume de ser uno de los mercadillos más antiguos de la provincia. Si no es el más viejo, sí uno de los más grandes, ya que aunque nace en la céntrica Vía de la Plata, que ocupa en su totalidad, su tamaño y su gran variedad de productos -embutidos y carne (con chivo y potro, entre otras especialidades), frutas y verduras y hasta animales- hace que se extienda a las calles Doctor Palanca, o el inicio de Magistrado García Calvo o parte de Fray Diego Alonso. Abierto durante toda la mañana los sábados es recomenable visitarle a primera hora, ya que suele ser objeto de visita de los vecinos de los múltiples municipios de la comarca.

  5. Mercado del Marquesado en Segovia

    La sede del Colegio de Arquitectos de Segovia, una casona del siglo XV-XVI que fue del Marquesado de Lozoya y donde Santa Teresa fundó su primer convento carmelita de la ciudad, es el bello rincón segoviano escogido para celebrar de el Mercado del Marquesado, que cita que congrega en ocasiones especiales (no es periódico, sino que se aprovechan fechas singulares como celebraciones o puentes festivos) a diseñadores, artesanos y tiendas gourmet de distintas provincias españolas. La iniciativa segoviana se basa en la exitosa fórmula del Mercado de Motores, de Madrid, que ha logrado consolidarse como una de las opciones alternativas para encontrar diseño, ropa, antigüedades, piezas retro, muebles chic, ideas originales, construcciones efímeras, arte infrecuente, cocineros divertidos, música y muchas cosas más.

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