poster Vídeo
Gregorio junto con Fernando Sanz (subdelegado del Gobierno en Toledo) y el general Alfredo González - Ana Pérez Herrera

Cae en Toledo una banda que robó más de un millón de euros en productos alimenticios

Los vendía por los pueblos o desde una nave de El Casar de Escalona que usaba como almacén

Toledo Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La Guardia Civil ha echado el cierre a un negocio ilícito que una banda de ladrones (ocho extranjeros y un español) tenía montado en pueblos de Toledo con la mercancía que robaban, principalmente productos alimenticios, mediante el método del butrón.

No eran unos cualquiera: realizaban pequeños agujeros en los tejados de sus objetivos (empresas agroalimentarias y tiendas de ultramarinos), comprobaban el sistema de alarma y lo anulaban; luego practicaban otro agujero por el que se colaban en el interior de las naves y cargaban en un camión, también sustraído en las inmediaciones, todos los productos a los que pudieran dar salida en el mercado negro. Luego los vehículos robados eran abandonados en poblaciones próximas a Domingo Pérez y vendían los productos por los pueblos, con ofertas como un jamón (robado) a 10 euros.

Los investigadores calculan que el botín total supera «ampliamente» el millón de euros, si bien se ha logrado recuperar unos 100.000 euros gracias a la operación «Estaribel» (en caló, tenderete o escenario donde colocar cosas para ser vistas). Precisamente el hecho de que esta banda de malhechores vendiera la mercancía por los pueblos, enseñando el producto en bolsas a los futuros compradores, o sobre un mostrador en una nave, es lo que ha dado nombre a este dispositivo de la Guardia Civil.

De los nueve detenidos (siete hombres y dos mujeres, de entre 24 y 39 años), los cuatro cabecillas de la banda han ingresado en prisión y otro de los arrestados va a ser expulsado de España. A todos los miembros de la organización criminal se les acusa, de momento, de ser los presuntos autores de 71 delitos cometidos en poblaciones de Toledo, Cáceres, Ávila, Ciudad Real, Segovia y Albacete, según ha explicado este lunes el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, José Julián Gregorio. Del total de delitos que se les imputa, 57 son con fuerza en las cosas, 13 por robo o hurto de vehículo a motor y uno más por pertenencia a un grupo criminal, además de seis tentativas de robo.

La base de operaciones de estos delincuentes estaba situada en una nave de un polígono industrial de El Casar de Escalona (Toledo) que utilizaban como almacén de la mercancía robada. Tenían ramificaciones en viviendas de Domingo Pérez y Cedillo del Condado, a 10 y 42 kilómetros, respectivamente, de El Casar. En total, ha habido seis registros: cinco en domicilios y uno en la nave de El Casar de Escalona, cuya Policía Local participó en esta operación.

Además de mercancía robada, también se han recuperado 15 vehículos que los delincuentes sustrajeron para transportar el botín y huir en el caso de ser descubiertos. Igualmente, se ha intervenido un revólver (marca Blow), de fogueo aunque con apariencia real; tres cartuchos detonadores, una catana, una emisora de radiofrecuencia y herramientas para cometer los robos, como dos mazas de grandes dimensiones.

La compleja operación arrancó hace un año, en abril de 2016, tras un robo en una almazara de Alcolea del Tajo (Toledo), donde sustrajeron 7.703 litros de aceite y numerosas herramientas, con un valor total superior a los 25.000 euros. No fue el único golpe cometido con el mismo «modus operandi» durante ese mes. Hubo dos más en empresas del sector agroalimentario.

A partir de entonces, un frenesí delictivo, sobre todo en la provincia de Toledo: Alcolea de Tajo, Hinojosa de San Vicente, Cazalegas, Belvís de la Jara, Aldeanueva de Barbarroya, Mora, Consuegra, Dosbarrios, Olías del Rey, Lagartera Talavera de la Reina, Madridejos Herreruela, Oropesa, Calera y Chozas, Torrijos, Los Yébenes, Marjaliza, Cedillo del Condado y Escalona. Los ladrones también saltaron a la provincia de Cáceres (Jaraíz de la Vera, Trujillo, Malpartida, Deleitosa, Saucedilla y Navalmoral de la Mata), a la de Ávila (Candeleda y Arenas de San Pedro), a la de Ciudad Real (Malagón y Porzuna), a Segovia (El Espinar) y a la provincia de Albacete (Villarrobledo).

Sin embargo, la operación «Estaribel», desarrollada por la unidad orgánica de Policía Judicial de la comandancia de Toledo en colaboración con agentes de Cáceres y Ávila, ha puesto las cosas en su sitio. Después de un año de pesquisas, la pasada semana la Guardia Civil descabezó la banda, cuatro de sus miembros están en prisión y uno será expulsado de España. Del resto, se desconoce su situación procesal. «Con esta operación llega el sosiego a esas zonas donde estos robos habían generado alarma», se congratuló el delegado del Gobierno en la región.

Ver los comentarios