Media veda: Paloma, tórtola y codorniz entran en juego

Castilla-La Mancha es una de las regiones españolas que más tarde inician la media veda, desde este domingo, 21 de agosto, hasta mediados de septiembre. En ello han tenido que ver las últimas sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJCM), que anuló la orden de la temporada 2007/2008 y la de 2011, tras las denuncias de los ecologistas por no estar de acuerdo con las fechas de inicio, especialmente en la caza de la codorniz.

Así, del 21 de agosto al 15 de septiembre, ambos inclusive, se podrá cazar la codorniz, mientras que el periodo hábil de caza para la tórtola común y la paloma torcaz va del 21 de agosto al 21 de septiembre, ambos días incluidos.

Las expectativas son desiguales para las tres especies cazables. Según ha indicado a ABC uno de los mayores expertos cinegéticos de la región, el presidente de la Asociación de Productores de Caza (Aproca), Luis Fernando Villanueva, la paloma torcaz es la especie más importante para cazar en este periodo, puesto que prácticamente se ha convertido en sedentaria y se ejercita por la mayoría de cotos, tanto si tiene actividad de caza mayor como menor.

Mientras, la tórtola ha ido en regresión, «aunque parece que este año está mejor», mientras que los mayores problemas están en la codorniz, con un hábitat cada vez más hostil para su cría en la región. Y es que las malas prácticas agrarias impiden que encuentren comida en esta época del año y apenas se encuentran, puesto que emigran antes.

Villanueva lamentaba que las administraciones española y regional, a diferencia de otras europeas, no regulen condiciones más óptimas en el campo para evitar la emigración de la codorniz. «En estas fechas las cosechas están levantadas y no queda nada para comer». Aún así, en provincias como Guadalajara o Cuenca, donde las producciones son más tardías, puede que haya un mayor número de ejemplares.

En todos los cotos

La posibilidad de poder cazar tanto en cotos de caza mayor como menor hace que sean muchas las escopetas que a partir de hoy salgan al campo, en una actividad muy extendida en toda la región.

Para la tórtola común se establece un cupo de diez ejemplares por cazador y día, salvo que la resolución aprobatoria del plan técnico de caza o del plan de ordenación cinegética señale un número inferior, según indica la orden de vedas.

Los días hábiles serán los de apertura y cierre y jueves, sábados, domingos y festivos de carácter nacional.

Además, durante la media veda se permitirá la caza del zorro y la urraca, desde el 21 de agosto al 21 de septiembre, según el reglamento.

Sobre el cambio de fechas para el comienzo de la media veda, el presidente de Aproca asegura que en los últimos años, con las sentencias del TSJCM, se han modificado las órdenes y se ha regulado el periodo para que no coincida la actividad con el cierre reproductivo de las especies. Respecto a este asunto, criticó a las organizaciones ecologistas al considerar que sus recursos tienen más que ver por su postura contraria a la caza en general que por el supuesto daño que se haga a las especies cazables en periodo de reproducción.

Los ecologistas

La postura de las organizaciones ecologistas es que con la media veda no se protege a especies en declive como la tórtola y han solicitado una moratoria de la campaña para evitar que coincida con la época de reproducción.

El director de conservación de SEO/BirdLife, Juan Carlos Atienza, declaraba recientemente que «cualquier comunidad autónoma donde se pueda cazar tórtola previamente al 20 de agosto no debería haber recibido autorización».

En su opinión, las comunidades autónomas no disponen de los suficientes estudios para conocer las épocas de cría de cada una de las especies.

Pero no es el único tema en el que cazadores y ecologistas entran en conflicto en Castilla-La Mancha. La decisión del Gobierno socialista de modificar la Ley de Caza del año 2015no está contando con el consenso necesario, a pesar de que el consejero del ramo, Francisco Martínez Arroyo, diera a entender lo contrario el día en el que el Consejo de Gobierno dio el visto bueno al borrador.

El presidente de Aproca, Luis Fernando Villanueva, ha sido claro: el borrador es fruto del trabajo de un año, «lo que no significa que tenga consenso», como ha advertido al consejero. «El texto se ha debatido entre todos pero no nos gusta, hay cosas muy graves que hay que intentar modificar y lo que no se puede decir es que se haya aprobado por consenso».

Aún así, aún queda tiempo para presentar alegaciones y e intentar llegar al mayor consenso posible hasta su definitiva aprobación, que seguramente no será hasta el próximo año.

Rectificación del PSOE

Lo que no ayuda tampoco a llegar a un acuerdo son las declaraciones de algunos políticos, como las realizadas recientemente por el diputado socialista Rafael Esteban, quien afirmó que «los señoritos de la caza pueden pegar un tiro a los que recogen setas», unas declaraciones que el sector cinegético ha considerado «desafortunadas e impropias de un representante público».

La Mesa de la Caza -constituida por las principales organizaciones relacionadas con el sector- considera que las palabras de Esteban «reflejan el profundo desconocimiento que esta persona tiene sobre la caza en su propia región, además de contener unos clichés que nada tienen que ver con un sector donde la caza social tiene un gran peso específico».

En cuanto al borrador de la ley, también consideran «muy graves» algunas de las modificaciones que el Gobierno regional pretende hacer, como no permitir autorizaciones de permisos para control por daños en los Planes de Ordenación Cinegética, «ya que atenta no sólo contra los intereses del sector cinegético, que es el responsable de los daños, sino que afectaría a miles de agricultores de la región, dado que los permisos excepcionales nunca llegarían a tiempo para paliar los daños.

Ello no sólo provocaría que se quedaran libres centenares de cotos que preferirían no cazar antes de asumir daños, sino que afectaría a los rendimientos de cultivos como los cereales y las viñas, por los daños de conejo y jabalí especialmente en Ciudad Real, Toledo y Albacete, o los girasoles por los cérvidos en Cuenca.