Jaime Rubio Rosales - Segunda Mitad del Noveno

El bacalao de la cultura canaria y las pirámides

Si no llega a ser por el gran amigo Thor Heyerddhal y Fred Olsen, las pirámides de Güímar, en Tenerife, serían hoy cimientos de VPO

Jaime Rubio Rosales
Las Palmas de Gran Canaria Actualizado: Guardar
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Hacía tiempo que no se oía hablar de las pirámides canarias debido a que es un tema que no interesa a los que cortan el bacalao cultural en las islas. Sin embargo, la publicación en ABC de nuevos hallazgos y dar una cifra clara es una llamada de atención desde el prestigioso Institutum Canarium de Viena, creado por el doctor Wölfel, en 1969. Desde esta institución científica austriaca se nos da un tirón de orejas a los canarios para que dejemos "las discusiones infructuosas, las especulaciones salvajes y las influencias no científicas y, así, terminar con la negación del valioso pasado canario".

Se refiere desde este centro científico a especulaciones absurdas, como que las pirámides canarias no son mas que amontonamientos de piedras hechas por los agricultores para limpiar el terreno.

"Cabe preguntarse, dice Ulbrich, por qué un agricultor canario debe erigir, con inmensos esfuerzos, una combinación tan compleja como acumular piedras de forma tan estructurada". Es decir, cuando uno quiere limpiar un terreno no se toma la molestia de mirar cómo y donde pone las piedras. Las tira y punto. Lo que vemos en las pirámides canarias, no sólo las de Güímar, es una construcción hecha a conciencia, con una forma estudiada y con una orientación precisa. ¡Nada de amontonamientos de piedras!

Por eso, el Institutum Canarium nos pide que nos dejemos de perder el tiempo con especulaciones absurdas, relativizando este asunto, y los que tengan competencias se pongan a trabajar. El centro vienés nos recuerda que en Canarias hay contabilizadas unas 50 pirámides aunque la mayoría se encuentra en estado de abandono y cubiertas por la maleza.

Por citar algunas: la de La Montañeta y Agüimes, en Gran Canaria; Los Cancajos, en La Palma; las de Lanzarote (descubierta por el Dr. Ulbrich); la de Icod de los Vinos, Tenerife; y, por supuesto las de Güimar. Sobre estas últimas, hay que reconocer el inestimable trabajo del arqueólogo noruego Thor Heyerddhal, gracias al cual, y a su amigo Fred Olsen, se salvaron las pirámides de Güimar pues el ayuntamiento tenía un proyecto para derribarlas y fabricar allí bloques de viviendas sociales. Yo me apunto al tirón de orejas para ver si desempolvamos estos extraordinarios vestigios de nuestro pasado, aparcando las discusiones absurdas movidas por intereses no científicos, como nos recuerda el Instituto Canario de Viena.

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