Muere un hombre de 34 años al caer desde un hotel tras su despedida de soltero en Gijón

El madrileño Fernando Villayandre Pérez murió pasadas las ocho de la mañana de ayer tras precipitarse a la calle desde la ventana del quinto piso del hotel Begoña, de Gijón, donde se hospedaba. Había viajado desde Madrid para celebrar su despedida de soltero con sus amigos y su hermano. Tenía 34 años, una vida por delante y su boda organizada para junio. Trabajaba como ejecutivo de cuentas en una compañía de seguros médicos y residía en Hortaleza con su novia. No solo sus planes han quedado truncados, también los de su entorno, incapaz de digerir tan enorme fatalidad para la que no encuentran explicación.

Será ahora la Policía la que intente aportar luz a los muchos interrogantes que se plantean.

Pasadas las seis de la mañana, Fernando había llegado al hotel disfrazado con un traje medieval y una peluca blanca «muy feliz después de un día de celebración», según explicaron sus amigos. Poco antes había subido a su página de Facebook dos fotos de la que sería su última cena. Una hora larga después, su cadáver fue localizado con la ropa que llevaba debajo del atuendo festivo. A menos de un metro del cuerpo se encontraba su teléfono móvil.

Sufría sonambulismo

La investigación descarta indicios criminales. Fernando dormía solo en una de las habitaciones y había cerrado por dentro con el pasador. Sus amigos dormían ajenos a la desgracia, que conocieron por la Policía. «Están destrozados, no encuentran explicación», comentaban los clientes del hotel que coincidieron con ellos. La Policía se centra en determinar si la caída por la ventana fue accidental. Sus acompañantes no notaron ningún cambio en su actitud. Al contrario, «estaba muy contento, había cambiado de trabajo, se iba a casar, estaba pasando el fin de semana con los amigos... Estaba feliz, no entendemos qué pudo pasar», explicaron sus amigos a la Policía. Tras conocer la noticia, el hermano del fallecido sufrió un grave cuadro de ansiedad y fue trasladado al Hospital de Cabueñes. Había sido él quien había reunido a los amigos y organizado el viaje a Gijón. Llegaron el sábado en tren y tenían previsto regresar ayer a Madrid. Antes de ser sedado, declaró a la Policía que su hermano sufría episodios de sonambulismo.