La provincia de Teruel, una potencia nacional en funerales

Teruel lleva décadas ejemplificando el problema de la despoblación que arrastra la España del interior. Su crisis demográfica, a la que no se le ha encontrado freno, deja datos anecdóticos. Entre ellos, su particular condición como potencia nacional en funerales. Y es que la provincia de Teruel, muy a su pesar, en defunciones anda sobrada: en esta provincia solo vive el 0,29% de la población española; sin embargo, concentra el 0,4% de las muertes que se producen anualmente en todo el país.

La provincia de Teruel, por tanto, es «competitiva» en defunciones, porque tiene muchas más de las que le corresponderían en proporción a su censo de población. ¿Problema de mala salud? No, problema de vejez. Eso es lo que hace que, por ejemplo, su tasa de mortalidad sea un 24% mayor que la que se da en su vecina provincia de Zaragoza.

Con una tasa de natalidad hundida -y cada vez más- desde hace décadas, y un acusado éxodo de población joven, la media de edad en la provincia de Teruel es de 46 años, cuando en el conjunto de España no llega a 43. Si esa media de edad se calcula excluyendo a la capital turolense, el dato se eleva considerablemente. Y alcanza niveles extremos en los municipios más pequeños, en los que la tercera edad suele ser la inmensa mayoría de su censo total.

Ese acusado envejecimiento de la provincia de Teruel es el que explica el número desproporcionadadamente alto de defunciones que se produce en este territorio en comparación con la población que tiene.

El envejecimiento demográfico -y la subsiguiente tasa de mortalidad- hace que el sector funerario no escasee en la provincia turolense. Basta con consultar las páginas amarillas para comprobar que las funerarias son una actividad ampliamente presente en la geografía de esta provincia, con 48 establecimientos repartidos entre la capital y otras 27 localidades.

El año pasado se produjeron en la provincia de Teruel un total de 1.626 defunciones, a una media de 31 por semana o, lo que es lo mismo, a nueve cada dos días. El año pasado, esa provincia registró una tasa de mortalidad de 12 defunciones por cada mil habitantes, algo que contrasta con otras muchas provincias, entre ellas la de Zaragoza, que en 2016 registró menos de 10 defunciones por cada mil habitantes -exactamente, 9,69-. Es decir, proporcionalmente, el número de defunciones que se producen en la provincia de Teruel es un 24% superior al que se da en la provincia de Zaragoza.

En nacimientos, sin embargo, la provincia de Teruel anda escasa. El motivo es el mismo que el que explica por qué anda sobrada en defunciones: el envejecimiento y la despoblación. El año pasado la provincia de Teruel registró 1.059 nacimientos, casi 600 menos que defunciones.