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Mariano Rajoy, este martes tras reunirse con el Rey - ÁNGEL DE ANTONIO

Rajoy tiende la mano para una legislatura «estable» de cuatro años

El líder del PP afronta esta tarde el debate de investidura, que culminará el próximo sábado con su elección como presidente, tras 310 días de bloqueo

Madrid Actualizado: Guardar
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Trescientos diez días después de las elecciones generales del 20 de diciembre, Mariano Rajoy compareció ayer por la tarde en el Palacio de La Moncloa para anunciar oficialmente el fin del bloqueo. «El Rey me ha encargado que vuelva a someter mi candidatura a la confianza del Congreso y he aceptado», proclamó el presidente en funciones, quien quiso demostrar desde el primer minuto que es consciente de la complicada situación que se abre a partir de ahora para un Gobierno en minoría.

A las 15.30 horas, Rajoy tenía hora con el Rey en La Zarzuela. Con él se cerraba la segunda ronda de consultas abierta por Don Felipe desde las elecciones del 26 de junio, y la quinta desde el 20 de diciembre.

La primera fue la que declinó Rajoy por falta de apoyos, la segunda acabó en la investidura fallida de Sánchez, en la tercera no hubo siquiera candidato, en la cuarta se presentó Rajoy con el apoyo de 170 diputados, pero perdió frente a 180, y en la quinta, después de dos elecciones generales, y diez meses de Gobierno en funciones, el líder del PP vuelve a presentarse con la garantía de que saldrá elegido en segunda votación, gracias a la abstención del PSOE.

El debate empezará hoy mismo, a las seis de la tarde, con el discurso de Rajoy. La primera votación se producirá el jueves por la tarde, pero Rajoy necesitará una segunda, el sábado, para poder ser elegido al no contar con mayoría absoluta. El domingo podría jurar ante el Rey y formar Gobierno, según el calendario «más probable» que prevén en La Moncloa, y siempre que se publique el BOE a tiempo.

«Mucho diálogo»

Ni las palabras ni el tono del candidato del PP tienen nada que ver con los años de mayoría absoluta de los populares, aunque asegure que su talante «sigue siendo el mismo». Rajoy acude hoy al Congreso con la mano tendida para lograr acuerdos y estabilidad, y promete «mucho diálogo» con los partidos constitucionalistas, aunque tampoco cierra la puerta para lograr consensos puntuales con otras formaciones como el PNV.

Se presenta una legislatura difícil, pero Rajoy aseguró que ni se plantea que pueda disolverse el Congreso de forma anticipada. Lo que pretende es «incidir en los temas que unen y aparcar o hacer el doble de esfuerzo en diálogo en aquello que separa», todo con el objetivo de alcanzar esa meta final que hoy por hoy parece harto difícil: agotar la legislatura y gobernar durante cuatro años, con Presupuestos anuales incluidos.

Ante Rajoy se sentaron codo con codo, en la sala de conferencias de prensa de La Moncloa, Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal, para respaldar con una imagen de unidad, desde el Gobierno en funciones y desde el PP, al candidato. Rajoy tuvo palabras de agradecimiento a su partido en estos meses, pero de forma especial se refirió a sus militantes, por su «lealtad y sentido común», pero también por actuar con «responsabilidad, inteligencia y mesura». No hacía falta que hiciera ninguna comparación expresa con la situación interna en el PSOE, ni con el debate sobre su militancia, en teoría más proclive al «no» que a la abstención, según los sanchistas.

Evitar las elecciones

Rajoy reconoció que si se ha llegado a este punto que permite el desbloqueo es porque se ha producido un acuerdo «rotundo y clarísimo» de una mayoría para evitar unas terceras elecciones. No quiso comentar la decisión que tomó el PSOE el domingo sobre su abstención en segunda votación que permitirá su investidura, pero sí insistió en que es algo «razonable y responsable». Y no olvidó a su socio de investidura, Ciudadanos, del que también destacó la actitud responsable que adoptó en agosto.

Pasado el momento de agradecimientos y reconocimientos de responsabilidad a los que han permitido que España salga de esta parálisis, «sin precedentes en nuestro país ni entre nuestros socios y vecinos», Rajoy miró algo más allá, al día siguiente de la investidura, cuando el panorama que se presenta puede ser un calvario para el Gobierno, como pronostican algunos portavoces parlamentarios, o bien «una oportunidad para afrontar los grandes retos de España», como cree Rajoy.

El presidente en funciones reconoció que le habría gustado contar con una mayoría parlamentaria más amplia: «No va a ser así». Lo sabe y lo asume. Pero a partir de ahí, prometió que trabajará «desde el primer día para lograr un Gobierno capaz, responsable y duradero», que tenga como herramientas el diálogo y el acuerdo.

En el discurso que pronunciará hoy ante el Pleno del Congreso, Rajoy se basará en el acuerdo ya firmado con Ciudadanos y Coalición Canaria. A partir de ahí, se mostró dispuesto a «escuchar todas las sugerencias e ideas que planteen los demás», y a estudiar algunos puntos de la resolución que aprobó el PSOE en su Comité Federal, donde ve «posibles coincidencias».

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