Rajoy, el osado

Preocupación en el PP por la subida de Ciudadanos no solo en Cataluña, sino en toda España

Mariano Rajoy y Xavier García Albiol, en Barcelona el pasado fin de semana ABC
Curri Valenzuela

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Solo unas encuestas desfavorables podrían conseguir que Mariano Rajoy presuma de ser un político osado. Lo hizo ayer cuando aseguró a Carlos Herrera «no soy un timorato» después de presumir de que fue él quien aplicó el 155 y destituyó a todo el gobierno catalán. Ese será el mensaje central de su campaña ante el 21-D, que responde a la preocupación que existe en el PP por la subida de Ciudadanos en los estudios de opinión, no solo en Cataluña sino en el resto de España. Más fotos con Albiol y menos con Soraya . Así resume un diputado popular catalán lo que será la actuación del presidente del Gobierno en la media docena de veces que tiene previsto visitar Cataluña. Su candidato es un duro que no se ha andado con chiquitas a la hora de criticar con crudeza a los secesionistas desde que hace dos años preside su grupo en el Parlament, mientras la vicepresidenta ha sido la encargada de mantener la «operación diálogo» con la Generalitat de la mano del delegado del Gobierno, Enric Millo , a espaldas de Albiol y el PP de Cataluña.

El resultado de esa ambivalencia está pasando factura a los populares de cara al 21-D, aunque ni en Génova ni en Moncloa preocupa excesivamente perder uno o dos escaños en el Parlament si el beneficiario resulta ser Ciudadanos. Aparte de que reconocen lo obvio, que Inés Arrimadas es una excelente candidata, lo que les importa ahora mismo es que el bloque de quienes defienden la Constitución obtenga mas escaños que el de los partidarios de la independencia. «Si Arrimadas consigue ser presidenta, pues muy bien», reconoce en privado un dirigente popular.

Lo que sí preocupa en el Gobierno y su partido son las ultimas encuestas de carácter nacional que confirman lo que ya apuntó el CIS de octubre, que Albert Rivera es el político que está capitalizando la dureza del Estado frente a los secesionistas. Con su empeño en aplicar el 155 mientras el Gobierno aún dudaba o incluso sus más recientes críticas a la tibieza policial contra los piquetes que colapsaron las comunicaciones catalanas el día de la huelga general, el líder de Ciudadanos ha colocado a su partido en cotas nunca vistas de popularidad.

«Es muy fácil hablar cuando no se gobierna», le critican desde Moncloa. Pero, por si acaso, la campaña de Rajoy va a presentar a este como un político osado y valiente. «El que salvó a España primero del rescate y luego de la ruptura», sentencia un dirigente de su partido.

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