A Rajoy le gustan sus ministros

PSOE y Cs han asumido que mientras el desafío catalán siga sin aplacarse no es momento para atacar a Rajoy

Curri Valenzuela

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Hay que tener ganas de especular sin motivo para vaticinar que el presidente iba a remodelar su Gobierno a cuenta de los malos resultados del PP en Cataluña. Primero porque si él no se siente afectado por ese tropezón, menos aún va a consentir que lo pague su gabinete y, segundo, porque a Mariano Rajoy le gustan sus ministros en general y en especial sus ministras, que han sido las primeras en echarle una mano en los últimos días para que las críticas iniciales a su respuesta al desafío independentista se detuvieran en seco.

Críticas hubo en su partido, formuladas en voz baja, y en el resto de las formaciones políticas de forma sonora inicialmente, en especial las del bloque constitucionalista, que eran las que más daño le podían hacer. PSOE y Ciudadanos han asumido, sin embargo, que mientras el desafío catalán siga sin aplacarse no es momento para atacar a Rajoy. En el PP han cerrado filas. «Él no se estaba examinando en Cataluña», es la versión oficial.

Para demostrar que el partido puede haber quedado tocado, pero el Gobierno no, ahí estaba la foto del acuerdo con patronal y sindicatos para elevar el salario mínimo que la ministra de Empleo, Fátima Báñez, le proporcionó a los cuatro días de las elecciones catalanas. Y la ampliación a todas las comunidades autónomas del pacto contra la violencia de género firmado por Dolors Montserrat y el viaje al Líbano de la titular de Defensa, María Dolores de Cospedal, en esa primera semana. A lo que se ha sumado el anuncio en Murcia de un ambicioso plan de carreteras que le ha puesto en bandeja el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna.

Antes de tomarse una semana en vacaciones, Rajoy ha querido demostrar que los objetivos que se ha marcado para esta Legislatura, crecimiento sostenido de la economía y considerable creación de empleo, siguen en pie y son viables, pese a que el desafío catalán no se haya desactivado. Fue su mensaje en la rueda de prensa con la que terminó el año. En La Moncloa siguen pensando que la economía sigue siendo la clave para que el Gobierno pueda durar tres años más sin que peligre el futuro del PP como partido hegemónico de España.

Mariano Rajoy , que habla con mucha gente, sin duda conoce que para buena parte de la opinión pública tiene a varios ministros «quemados», pero eso a él le da igual. Soraya Sáenz de Santamaría sigue trabajando a su dictado, Cristóbal Montoro continúa cuadrando las cuentas, Alfonso Dastis no le da los quebraderos de cabeza que le proporcionaba García-Margallo y, digan lo que digan los medios de comunicación, solo cambiará su Gobierno si no tiene mas remedio para asuntos tan puntuales como sustituir a Luis de Guindos si se marcha de numero dos al Banco Central Europeo.

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