El PSOE, acorralado, se aferra a que «nada ha cambiado»

A puerta cerrada, nadie en el PSOE niega ya que el acercamiento, paso a paso, que se está produciendo entre el candidato popular, Mariano Rajoy, y el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, complica el mantenimiento del «no» al líder del PP. Pero eso no quiere decir que Ferraz asuma que tiene que virar su postura, sino que la presión es creciente y que el cuartel general de los socialistas tiene cada vez más dificultades para conjugar su negativa a Rajoy con la promesa de que no se celebrarán terceras elecciones.

Ayer, ningún alto cargo del PSOE compareció en el Congreso para fijar posición tras las ruedas de prensa de Rajoy y Rivera. Es cierto que la mayoría están disfrutando de unos días de vacaciones pero no lo es menos que el principal interés de Ferraz es contener la presión y para ello es necesario abandonar el foco mediático.

En este intento de desaparecer, la lectura que hace el círculo más cercano a Sánchez sobre el acercamiento entre Rivera y Rajoy es que «no cambia nada las circunstancias» y, por tanto, no hay razón para pensar que el «no» acordado por el Comité Federal ha dejado de ser válido. «De momento ni siquiera hay compromiso de aceptación por parte de Rajoy ni del PP. Estamos igual que ayer», critican. Solo si el líder del PP se sometiera a un debate de investidura y expusiera su programa de Gobierno ofreciendo medidas que cambiaran «suficientemente las circunstancias» cabría la posibilidad de que el Comité Federal decidiera «volver a debatir» su postura.

Pero ese debate, advierten las fuentes, no permite presuponer un cambio en una posición que «está muy arraigada» en la cúpula, aunque admiten que la presión podría llegar a ser «agobiante».

Críticas a las medidas

Además, las mismas fuentes argumentan que las condiciones formuladas por Ciudadanos «dejan mucho que desear» ya que ninguna de ellas busca «mejorar la vida de los españoles». Como opción para evitar unas terceras elecciones insisten en que Rajoy tiene que explorar todas las posibilidades con los partidos conservadores, ideológicamente más cercanos. Esto es, los nacionalistas.

Cuestión distinta es la posición que adopten los barones socialistas si el acuerdo entre el PP y Ciudadanos llega a buen puerto. Fuentes de los socialistas andaluces entienden que, en ese caso, el Comité Federal debería reunirse antes de ese pleno para debatir de nuevo su postura. El debate interno, quiera Ferraz o no, ya ha comenzado.