Así ha acudido el líder del PSOE esta mañana a una entrevista radiofónica
Así ha acudido el líder del PSOE esta mañana a una entrevista radiofónica - RNE

Pedro Sánchez cambia la corbata por la chupa motera

Mientras el líder socialista relaja su atuendo, Pablo Iglesias se rinde por fin al protocolo tras lucir esmoquin en los Goya, dos cambios que más parecen estrategias de marketing que casualidades

Madrid Actualizado: Guardar
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Esto parece el mundo al revés. Si el otro día fue Pablo Iglesias quien rompió los esquemas al acudir a la ceremonia de los Premios Goya con un esmoquin nada propio de él, hoy ha sido Pedro Sánchez quien se ha acercado a la radio con un estilismo tan desenfadado que bien podría ser el escogido por el líder de Podemos para su día a día.

Y es que mientras Iglesias -sea por un guiño a la Cultura, por una amenaza de Antonio Resines o por estrategias políticas de imagen- ha virado hacia un estilismo más formal, el líder del PSOE ha hecho todo lo contrario al lucir hoy una chupa motera. Habitual del traje y corbata desde que empezó a figurar como aspirante a la Moncloa, Sánchez ha ido relajando poco a poco su atuendo, algo que ya se pudo ver el pasado viernes en su reunión con Iglesias.

Evolución del estilismo de Sánchez en la ronda de negociaciones
Evolución del estilismo de Sánchez en la ronda de negociaciones - AGENCIAS

Después de una ronda de negociaciones marcada por la corbata, Sánchez eligió el viernes un look más informal para recibir a Iglesias, que también acudió sin corbata. Sólo el candidato socialista sabrá si realmente la nueva imagen es la más coherente o si sólamente es un pose, pero la realidad es que últimamente sólo Rajoy y Rivera se mantienen fieles a su atuendo habitual.

Lo mejor de todo esto es que la tónica continuó en los Goya, cuando Iglesias vistió pajarita y Sánchez, más informal, se decantó por americana y camisa abierta dejando el cuello al aire. Hoy a tocado chupa motera y, si todo sigue así, igual algún día el socialista termina por abandonar hasta la americana. Eso sí, lo que no falla nunca es la camisa blanca, siempre presente.

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