Registros de la Guardia Civil en una de las sedes de CDC
Registros de la Guardia Civil en una de las sedes de CDC - Inés Baucells

Teyco donó 300.000 euros a la fundación de CDC y ésta lo desvió al partido

CatDem ha traspasado cinco millones de euros a CDC «sin justificar» entre 2006 y 2012

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Convergència Democrática de Catalunya (CDC) ha utilizado a su fundación afín, CatDem (denominada Trias Fargas hasta el escándalo del caso Palau), parafinanciarse de forma irregular. Así lo ponen de manifiesto distintos informes del Tribunal de Cuentas.

Las empresas que reciben contratos de administraciones públicas controladas por Convergència no pueden hacer donaciones al partido que preside Artur Mas, por lo que utilizan como puente su fundación afín, CatDem. Es el caso de la constructora Teyco, que actualmente está siendo investigada por el presunto pago de comisiones a cambio de obras públicas en varios ayuntamientos catalanes.

Esta empresa, que pertenece a la familia Sumarroca, con fuertes vínculos con Convergència y con los Pujol, donó a la fundación CatDem algo más de 300.000 euros entre los años 2007 y 2014, según ha podido confirmar este diario.

El ejercicio en el que se registró una aportación más generosa fue 2009, con un total de 100.000 euros. Estos fondos entraban en la caja de la fundación CatDem, pero una buena parte terminaba en la de Convergència.

El mecanismo ideado para el flujo de capital era el siguiente: el partido emitía unas «notas de cargo internas» mediante las cuales cobraba a la fundación por, principalmente, usar las instalaciones de Convergència. Entre 2006 y 2012, el partido que preside Artur Mas recibió por esta vía cinco millones de euros. El Tribunal de Cuentas sostiene en varios informes de fiscalización en que las razones que alega Convergéncia son «insuficiente para acreditar los servicios realmente prestados». El órgano fiscalizador del Estado insiste que con este mecanismo es imposible «evaluar si el ingreso percibido se corresponde con los costes incurridos». De hecho, «de la documentación justificativa aportada no es posible verificar la razonabilidad ni la realidad de la asignación del reparto efectuado por la formación a los distintos centros de coste», zanja.

La fundación CatDem ha llegado a transferir a CiU hasta el 40 por ciento de los fondos que recibe. Esta entidad sin ánimo de lucro ingresa alrededor de 1,6 millones de euros anuales, de los que el ochenta por ciento corresponden a donaciones de empresas. La Fiscalía Anticorrupción y la Guardia Civil tratan ahora de acreditar si, en concreto, las aportaciones de Teyco –300.000 euros– a la fundación de Convergència no son donaciones altruistas sino comisiones ilegales, es decir, que haya una relación de causa-efecto. La investigación del caso Palau de la Música ya acreditó que Convergència usó su fundación para cobrar comisiones de Ferrovial a cambio de las obras de la línea nueve del Metro de Barcelona y de la Ciudad de la Justicia.

El documento

El hallazgo de un documento manuscrito en la caja fuerte de Jordi Sumarroca, consejero delegado de Teyco, apunta a que esta constructora pudo pagar esos 300.000 euros a cambio de algo más de diez millones de euros en obras adjudicadas por los ayuntamientos de Torredembarra, Lloret de Mar, Figueres, Sant Celoni y Sant Cugat.

La cantidad concidiría con el famoso tres por ciento, la mordida institucionalizada por Convergència y hecha pública por el socialista Pasqual Maragall en el Parlamento catalán. No obstante, Teyco asegura que «jamás ha pagado una comisión por la consecución de una obra pública y que cualquier aportación económica realizada a Catdem es una donación legal y transparente que no guarda relación con la búsqueda de un trato de favor». La empresa de los Sumarroca (el patriarca del clan, Carles Sumarroca, fundó Convergència junto a Jordi Pujol) sostiene que las donaciones se deben a «una bien entendida voluntad de contribuir a la mejora y el avance de la sociedad catalana» y niega que las cifras de las supuestas comisiones coincidan.

Teyco explica en un comunicado oficial que entre 2007 y 2014 facturó a ayuntamientos catalanes 148 millones de euros, «correspondiendo sólo 53 millones a ciudades de gobiernos convergentes». De este modo, la cifra de negocio es más del doble con consistorios gobernados por el PSC y por ERC.

¿Tres por ciento?

Fuentes próximas a la constructora aseguran a este diario que de estas cifras se desprendería que, de ser ciertas las mordidas del tres por ciento, la constructora catalana tendría que haber donado a la fundación de Convergència entre 2007 y 2014 casi 1,6 millones de euros, el tres por ciento de 53 millones de euros, por los contratos obtenidos en los ayuntamientos de color convergente.

La financiación de CDC a través de su fundación le ha costado al partido de Artur Mas el embargo de sus sedes para responder a una eventual responsabilidad en el caso Palau de la Música. La entonces denominada Fundación Trias Fargas es una pieza clave de esa investigación, ya concluida, a la espera de la apertura de la fase de juicio oral.

La entidad sin ánimo de lucro recibió casi siete millones de euros entre 2002 y 2008 de empresas contratistas de la Generalitat a través del conseguidor y presidente del Palau de la Música, Félix Millet. Los donantes, entre ellos Ferrovial, ACS y Abertis, tenían intereses en obras públicas.

Mientras, el caso de la financiación de CDC a través de los ayuntamientos, que estos días ha centrado el foco de la actualidad, tiene su origen en una denuncia presentada por una exconcejal de Esquerra Republicana de Catalunya en la localidad de Torredembarra (Tarragona).

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