El etarra Beñat Aguinagalde, juzgado en la Audiencia Nacional
El etarra Beñat Aguinagalde, juzgado en la Audiencia Nacional - VICTOR LERENA

La Audiencia vuelve a juzgar al etarra que asesinó a tiros al edil socialista Carrasco

El Tribunal Supremo anuló una sentencia de la Audiencia que absolvía a Aguinagalde porque excluyó pruebas sin motivación

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La Audiencia Nacional vuelve a juzgar el lunes al etarra Beñat Aginagalde por el asesinato a tiros del antiguo concejal socialista Isaias Carrasco en la localidad de Arrasate (Guipuzcoa), que tuvo lugar en marzo de 2008, el último día de la campaña electoral. El Tribunal Supremo anuló el pasado enero una sentencia absolutoria de la Audiencia Nacional contra el terrorista por este asesinato porque el tribunal excluyó una prueba sin la motivación suficiente.

Aquella mañana de 2008, el exconcejal, que tenía 42 años y trabajaba en el peaje de una autopista, salía de su casa junto a su mujer y su hija mayor, en torno a las 13:30. Un etarra situado en frente de su coche disparó cinco tiros que atravesaron el parabrisas y alcanzaron a Carrasco, quien murió una hora después en el hospital.

El Tribunal Supremo ordenó repetir el juicio contra Aguinagalde con un tribunal diferente en la Audiencia Nacional porque la primera sentencia vulneró el derecho a la tutela judicial efectiva. El Alto Tribunal, en una sentencia de la que fue ponente el magistrado Cándido Conde-Pumpido, argumentó que el tribunal excluyó de forma inmotivada como prueba de cargo la identificación fotográfica que hizco un testigo del acusado.

La resolución judicial explica que la gravedad de los hechos —un atentado terrorista con una víctima mortal— «exige una valoración muy minuciosa y detallada de la prueba de cargo, sin recurrir a fórmulas estereotipadas ni excluir de la valoración pruebas de cargo realmente válidas».

La Sala de lo Penal de la Audiencia consideró en su día que no existían indicios suficientes para probar que Aguinagalde «fuera ejecutor de los disparos» que acabaron con la vida de Carrasco. Según el tribunal, el único indicio era el reconocimiento de una testigo protegida que se encontraba en el lugar de los hechos.

El fiscal del caso, por su parte, solicita 32 años de cárcel para el etarra al considerar que Aguinagalde se desplazó el 7 de marzo de 2008 hasta las inmediaciones del domicilio de Carrasco y fue el autor de los cinco disparos para después huir en un coche que le esperaba. Le atribuye los supuestos delitos de asesinato terrorista, tenencia de armas de fuego y daños.

El escrito de acusación, en el que el fiscal también pide que el terrorista indemnice a la viuda y a los tres hijos del edil socialista, señala que Aguinagalde formaría parte del comando Asti de ETA, que se dedicó a atentar en la zona de Guipuzcoa. Dos testigos coincidieron en la identificación del acusado, uno de ellos a través de una fotografía, como al chico al que vieron disparar y huir.

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