Pedro Sánchez y Susana Díaz el pasado día 13 en un mitin del PSOE en Vícar (Almería)
Pedro Sánchez y Susana Díaz el pasado día 13 en un mitin del PSOE en Vícar (Almería) - afp

El PSOE testa a Podemos... y a Díaz

El resultado en Andalucía le dará la medida de lo que le espera a Pedro Sánchez tras las elecciones autonómicas y municipales del 24 de mayo

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El PSOE, que da por descontada la victoria de Susana Díaz hoy en las elecciones andaluzas, va a observar con especial atención la fortaleza de Podemos en un territorio donde socialistas e Izquierda Unida conservan mucho tirón, y la fortaleza de la presidenta de la Junta de Andalucía en su primer test en las urnas.

Dicho de otra manera: si Díaz logra una victoria pírrica, quedará `aparcada´ en la Presidencia de la Junta... pero será porque Podemos logra un resultado espectacular; pero si la victoria del PSOE-A es arrolladora y se acerca a la mayoría absoluta (55 escaños) volverá, seguro, el runrún interno de que el liderazgo de Pedro Sánchez se tambalea.

Ambos escenarios preocupan por igual en Ferraz. Un ascenso espectacular de los de Pablo Iglesias en el territorio más proclive al socialismo encendería todas las alarmas.

Vendría a significar que, en Madrid o Valencia ya no es improbable que en las elecciones del 24 de mayo Podemos quede por delante. Eso cuestionaría el liderazgo de Sánchez, con Susana Díaz como alternativa o sin ella.

Y, un buen resultado de la secretaria general de los socialistas andaluces que, a priori, debería ser también bueno para el líder socialista, tiene sus contraindicaciones. El enconamiento al que parecen haber llegado las relaciones entre ambos hace que todos en el PSOE interpreten ya las victorias de una como la derrota del otro y viceversa.

De hecho, las especulaciones sobre las intenciones de Díaz de quitarle a Sánchez del cartel a La Moncloa solo pararon cuando el líder socialista dio una buena impresión a los suyos en el Debate sobre el estado de la Nación frente a Mariano Rajoy.

Cuando el líder socialista, a quien Susana Díaz solo ha dejado ir dos veces en toda la campaña electoral, le ofreció en el mitin del 13 de marzo en Vícar (Almería) «forjar una alianza», ella en San Telmo y él en La Moncloa, la presidenta andaluza dio la callada por respuesta. Por eso, todos en el partido barruntan que, de lo que ocurra esta noche, y, sobre todo, el 24 de mayo, dependerá el futuro de Sánchez.

Los pactos, siguiente foco de tesión

A nadie se le escapa que el acuerdo de investidura al que se llegue en Andalucía marcará un rumbo u otro y que tanto Mariano Rajoy como Juan Manuel Moreno Bonilla, están deseando facilitar con su abstención la investidura de Díaz para que el PSOE les deba el favor en otros territorios y municipios.

Pero ese pacto tácito con el PP, tan del agrado de Felipe González y la «vieja guardia» temerosa del `sorpasso´ de Podemos y Ciudadanos, choca con los intereses de barones socialistas, como el extremeño, Guillermo Fernández Vara, o el castellano-manchego, Emiliano García-Page. Estos solo tienen una posibilidad de desalojar a José Antonio Monago y a María Dolores de Cospedal de sus respectivos gobiernos, y es pactando con Pablo Iglesias.

El problema es que, si Iglesias logra hacerse con la segunda plaza en lugares emblemáticos como Madrid y Valencia, y exige al PSOE su apoyo como contrapartida, ni Susana Díaz ni Gonzalez la «vieja guardia» están dispuestos a aceptarlo sin más.

A partir de mañana, lunes, empieza a librarse una batalla sorda por el control de ese acuerdo andaluz y posteriores que, en estas circunstancias, es tanto como decir el control del partido.

Susana Díaz advirtió hace diez días que ella no admitirá «interferencias», pero la respuesta de Sánchez no hizo esperar: ha convocado a la Ejecutiva Federal para el lunes 23 por la mañana a fin de hablar de Andalucía. No quiere perder la iniciativa ante la crucial cita del Comité Federal el sábado 29 de marzo, donde todos los barones se verán las caras con Susana Díaz.

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