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elecciones andalucía

Los indecisos decidirán la gobernabilidad y medirán la fuerza de los nuevos partidos

Se trata de las primeras elecciones desde el auge de Podemos y Ciudadanos. Con el desencanto y la oferta política en aumento, la incertidumbre cotiza al alza

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El adelanto electoral ha propiciado que Andalucía se convierta en el primer test de un cargado año electoral. La primera prueba de fuego para unas encuestas que apuntan, con variación, pero sin distinción al mayor cambio político en la historia de la democracia inaugurada en 1978. Los sondeos señalan como nuevos agentes políticos pondrán fin al bipartidismo, dando lugar a parlamentos sin mayorías absolutas. En un contexto de desencanto con el sistema, pero con un repunte del interés por la política, las elecciones se presentan más abiertas que nunca.

La aparición de UPyD ya introdujo un factor novedoso, aunque su presencia como actor capaz de arañar votos a los tradicionales se ha circunscrito casi exclusivamente al ámbito de la Comunidad de Madrid.

El auge de Podemos y Ciudadanos abre un nuevo escenario, multiplicando las posibilidades de aquellos que todavía no han decidido su voto.

La encuesta preelectoral del CIS publicada el mes de febrero señalaba que el 41,3% del electorado no tenía decidido el sentido de su voto a tan solo un mes de las elecciones. Kiko Llaneras, editor de Politikon y profesor de la Universidad de Girona ha elaborado unos gráficos que ayudan a visualizar los patrones de esa incertidumbre.

En el gráfico principal se incluyen las seis variantes de incertidumbre más repetidas por los encuestados. Lo primero que llama la atención es la variedad de opciones. En el resultado final dependerá en mayor medida si cabe de los indecisos. Hasta ahora, en las comunidades sin partidos nacionalistas potentes, las dudas sobre qué papeleta depositar eran esencialmente tres: primero las que dudaban entre votar a su partido de siempre o quedarse en casa. En segundo lugar el trasvase en el centro entre los que dudaban entre PP y PSOE, y en tercer lugar las dudas en la izquierda entre Izquierda Unida y PSOE.

«Tenemos muchas más opciones. Normalmente, fijarnos en el comportamiento de los indecisos en otras elecciones es lo que ayuda a elaborar las encuestas, pero esa asunción ahora se vuelve más difusa», apunta Kiko Llaneras en conversación telefónica con ABC. Tenemos un menú nuevo y variado.

La segunda cuestión más relevante es ver como el PSOE está implicado en los tres principales escenarios de incertidumbre. Un 15% dudan si votar a PSOE o a Podemos, un 12% duda si votar a PSOE o al PP y un 7% duda entre los socialistas e IU. Poder captar votos a su derecha y a su izquierda es la gran fortaleza del PSOE, pero en un contexto de desgaste de los partidos tradicionales y de aparición de nuevos partidos puede interpretarse como la existencia de más posibles vías de fuga. Este escenario está dentro de la lógica, a juicio de Llaneras, porque en términos absolutos es el partido que aglutina más potenciales votantes en la región. «Es el partido tradicional de Andalucía. El que más simpatía genera, pero también el que puede tener fugas hacia ambos lados del espectro ideológico».

En el gráfico específico del PSOE se puede ver que entre los que votaron al PSOE en 2012 y ahora todavía no han decidido su voto un 31% está dudando irse a Podemos. Un 11% piensa votar al PP y un 10% podría apostar por IU. Además, un 3,5% de ellos ya ha decidido abandonar al PSOE pero duda entre votar a IU o Podemos.

«Es razonable este trasvase porque es la primera con tantas dudas, y es difícil declarar simpatía por un partido en el Gobierno», señala Llaneras, que pese a ello destaca que en el caso del PSOE, un 32% de los andaluces declara simpatía. «Aun así las encuestas asumen que muchos de estos no les votarán».

En el caso del Partido Popular vemos como es el único partido en el que un número importante de los que le votaron en 2012, el 9,5%, estaría pensando votar en blanco o abstenerse. «Que el PP sea el único partido en el que la abstención aparece como una de las opciones principales de sus indecisos es una demostración de que puede haber voto oculto», señala Llaneras. Además, otro factor que alimenta esa tésis es que el recuerdo del voto al PP dista mucho de los que realmente votaron.

¿No es Ciudadanos un elemento que aglutina a los descontentos con el PP? Llaneras cree que los datos del CIS se han quedado un poco antiguos en general, «pero con Ciudadanos en particular». No obstante, ya en las dudas de los antiguos votantes aparece Ciudadanos como alternativa para el 12% de los votantes del PP. Aunque el dato quizás más llamativo es que un 19% de esos indecisos dude ahora en votar al PSOE. La explicación más sencilla es que se trataría de tradicionales votantes socialistas que votaron al PP cuando ganó en 2012 con el mejor resultado de su historia pero que vovlerían a su voto tradicional.

En el caso de Izquierda Unida la incertidumbre tiene un nombre claro, y ese es el de Podemos. De quienes le votaron en 2012 y a día de hoy todavía no han decidido su voto, un 41% duda si votar a Podemos. Un 17% duda entre seguir en IU o votar al PSOE. Un 9,5% ya ha decidido no votar a IU pero está dudando entre Podemos o PSOE.

Hasta que punto quedará dañado Izquierda Unida es una de las incógnitas que puede empezar a despejar el tablero andaluz. «Va a ser una prueba de fuego para medir el desinfle de IU y de UPyD. Y para ver el crecimiento de Ciudadanos», opina Llaneras. Sobre el partido de Rivera vuelve a referirse a su ascenso en las últimas semanas. « El movimiento sistemático da a Ciudadanos en torno al 10%, y el CIS le daba un 6%. Ciudadanos ha subido a cambio de un retroceso de casi todos, pero especialmente de Podemos».

Esto último es la expresión del «voto del cambio». Gente que asumió el eje nuevo frente a viejo y que una vez convencido de eso puede estar trasladándose desde Podemos, que apareció como fenómeno antes en el contexto nacional, hacia Ciudadanos. Estos comicios son los primeros desde la emergencia de Podemos y Ciudadanos, y constituyen la primera prueba para «poder comprobar cómo estamos cocinando las encuestas. Seguro que en base a estos resultados se empieza a corregir algunos procedimientos».

Aunque sí se empieza a percibir cierto desgaste en Podemos, Kiko Llaneras cree que no es incompatible que Podemos en Andalucía quede lejos de PP y PSOE con que pueda competir mejor a nivel nacional. «Los resultados de Podemos van a ser informativos. Pero en términos absolutos su principal caladero de votos son ex votantes del PSOE, y en Andalucía es donde mejor aguantan los socialistas», señala.

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