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Abul «Tatá» Isac sale el viernes detenido de su casa de Cebreros (Ávila), custodiado por agentes de la Policía - ABC

El jefe yihadista detenido en Cebreros incitaba al odio a su hijo de dos años

La célula utilizaba 52 perfiles en redes sociales para hacer propaganda como «táctica de guerra». Siete de los ocho detenidos están en prisión

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Abul Isac, de 26 años, detenido por la Policía en Cebreros (Ávila) el pasado viernes, en una operación contra una célula yihadista que él mismo dirigía, adoctrinaba a su hijo de solo 2 años en la yihad, según el auto del juez de la Audiencia Nacional Javier Gómez Bermúdez en el que se envía a prisión incondicional a siete de los ocho arrestados.

Las fuentes consultadas por ABC insisten en que se trata de una operación de una enorme importancia, ya que «por primera vez se ha visto que un miembro operativo encuadrado en las estructuras del autodenominado Estado Islámico en Siria daba órdenes a un grupo en España y dirigía sus actividades».

La inoculación del odio por parte de yihadistas a sus hijos de muy corta edad se repite.

Si esta semana trascendía que Samira Yerou, la mujer que fue detenida en Turquía con su hijo de 3 años cuando intentaba viajar a Siria para incorporarse al Estado Islámico, enseñó a su chiquillo frases como «degüello al policía y voy», o «voy a ir con los muyahidines», ahora ha trascendido que «Tatá» había conseguido que su vástago de 2 años dijera que de mayor quería ser «yihadista». El jefe de la célula desmantelada por la Policía llegó a colgar en internet un vídeo del pequeño haciendo esa «gracia» e identificando al líder del Estado Islámico Abu Bakr al-Baghdadi en una pantalla de ordenador. Para terminar la siniestra escena, el menor lanzaba besos al terrorista.

«No os darán caramelos»

Abul Isac era muy activo en las redes sociales y en los perfiles que utilizaba llegó a escribir mensajes de este tipo: «Oh tú, que te haces llamar buen musulmán, no ladres en contra de tus hermanos mujahidines, ni luches contra ellos; no sea que se vean obligados a defenderse. Y no serán caramelos lo que os darán ni serán amables con vosotros». Este sujeto era quien elaboraba y editaba el material audiovisual en apoyo del terrorismo yihadista y también se le ha intervenido un vídeo titulado «Entrenamiento del Estado Islámico en España», donde se le ve realizando prácticas de artes marciales. Además, reconoció tener un texto con amenazas al Rey y a su familia y se tienen pruebas contundentes de que mantuvo una conversación telefónica en la que reconoce trabajar para el líder del Estado Islámico.

Como ya informó ABC, el individuo que dirigía desde Siria las actividades de la célula está en busca y captura desde hace meses, cuando logró escapar de una operación policial en España y viajó a la zona de combate. Este sujeto está plenamente integrado en la estructura operativa del Estado Islámico, lo que hacía aún más peligroso al grupo desmantelado.

A los siete encarcelados por Bermúdez se les imputan los delitos de integración en organización armada, enaltecimiento, difusión pública de consignas y/o captación, adoctrinamiento, adiestramiento y formación terrorista. Según el juez, formaban una célula local del Estado Islámico que era investigada desde junio de 2014.

El magistrado describe esta nueva forma de «yihadismo violento», que surge ante la dificultad con la que se encuentra Al Qaida para organizar atentados terroristas en Occidente. Por ello recurre a jóvenes musulmanes afincados en países occidentales, muchos de los cuales incluso poseen la nacionalidad de la nación donde residen, como es el caso de la célula desmantelada el pasado viernes. Se les instruye presencial o telemáticamente sobre cómo perpetrar un atentado o bien se les incita a marchar a campos de entrenamiento donde se les forma para regresar a cometer atentados de fácil realización, «dada la escasa preparación que requieren y la forma de ejecución, abierta y flexible, donde incluso la huida o salvaguardar la propia vida son aspectos accesorios», según señala el juez.

Al menos diez miembros

La célula investigada estaba integrada por al menos diez personas que constituyeron un complejo entramado virtual en internet, mediante la creación de 52 perfiles (en Facebook, Twitter, Google + y Tuenti) y utilizaba en España la táctica del «terror informativo». Esta práctica no consiste solo en exhibir material videográfico violento; también es «una táctica de guerra» recurrente en las organizaciones terroristas yihadistas modernas para sembrar el pánico en las sociedades occidentales, «pues su objetivo -según el instructor- es aterrorizar al conjunto de nuestra sociedad como medio de desestabilización y neutralización de sus defensas, generando en la opinión pública la idea de que toda reacción frente a este tipo de terrorismo conducirá a no estar seguro en ninguna parte del mundo y a la posibilidad de ser capturado y asesinado de la forma horrenda en que muestran las imágenes».

El informe realizado por la Policía corrobora cómo ese «terror informativo» practicado por las centrales terroristas es copiado y seguido al dictado por las entidades locales, que siguen la misma táctica hasta alcanzar los resultados perseguidos. A través de internet, el entramado investigado difundía de manera habitual las noticias, imágenes y vídeos de propaganda.

Contacto en Turquía

Una vez seleccionados los candidatos, el segundo paso de la célula era entrar en contacto con ellos para radicalizarlos, incluidos menores. Por último, a las personas que llegaban al final del proceso se les ponía en contacto con un miembro del grupo en Turquía que se encargaba de facilitar el paso a Siria.

Otro rasgo común a los investigados es su difícil situación económica -varios están en paro-, por lo que subsisten con medios muy precarios, «lo que ha contribuido aún mas a exacerbar su odio hacia nuestra sociedad», dice el juez. «Esta circunstancia, unida a su lealtad a la organización, les convierte en personas potencialmente muy peligrosas».

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