Iglesias acusa a Rajoy de preparar una «operación Menina» para hacer presidenta a Soraya

Dos días de campaña ha tardado Pablo Iglesias en sumarse a la estrategia de poner el foco en los posibles pactos post electorales para arremeter contra sus adversarios. «Estamos los que hacemos política y los que están haciendo números. No es el momento de los enanos políticos», dijo por la mañana, en Málaga, en un acto contra la corrupción.

El líder de Podemos acusó al PP de estar preparando una «operación Menina» para hacer presidenta a Soraya Sáenz de Santamaría en lugar de a Mariano Rajoy y lograr así el apoyo de Ciudadanos. Rivera ya ha repetido en numerosas ocasiones que el actual presidente del Gobierno podría ser un problema a la hora de pactar con el PP, y el hecho de que Santamaría haya aparecido en carteles electorales por el centro de Madrid como si de una candidata se tratase ha despertado las alarmas en la formación morada.

Por la tarde, en un mitin en Hospitalet de Llobregat, fue un paso más allá y se dirigió a Rivera para exigirle que responda si estaría dispuesto a investir a la vicepresidenta llegado el momento. «Mientras te piensas la respuesta, nosotros vamos a trabajar para ganar las elecciones», jaleó.

Iglesias también tuvo palabras para el líder del PSOE, Pedro Sánchez, del que dijo que «solo está preocupado de cuántos diputados saca para que Susana Díaz no le mueva el sillón». «Mientras unos hablan de si son galgos o podencos, nuestra preocupación es hablar de España», se jactó. Y volvió a apelar a los votantes socialistas: «No crean en las promesas de los políticos, crean en las garantías».

«Derecho a decidir»

Hospitalet ha sido la primera parada de Iglesias en Cataluña. El partido lo ha fiado todo a sus alianzas territoriales y la cerrada con la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, lo coloca en las encuestas como primera fuerza en la región.

La rama catalana sabe de su fuerza en la coalición que forman En Comú Podem y ayer no dudó en exhibirla. El cabeza de lista por Barcelona y la gran apuesta de Colau, Xavier Doménech, se atrevió a «nombrar» a dos ministras del hipotético gabinete de Iglesias. «No lo vamos a discutir», le espetó a los micrófonos. Iglesias aprovechó la visita a Barcelona para ratificar su compromiso con el derecho a decidir y la consulta catalana para que no hubiera dudas frente a sus socios: «Se acabó el tiempo del choque de trenes, empieza el tiempo de la fraternidad. Quiero ser un presidente que escuche a Cataluña», insistió.