Recreación artística de un planeta que orbita dos estrellas envejecidas con intercambio de material
Recreación artística de un planeta que orbita dos estrellas envejecidas con intercambio de material - Jon Lomberg

Los mundos con dos soles escapan de la destrucción

Pueden sobrevivir a las violentas etapas finales de la vida de las estrellas cambiando su órbita

MADRID Actualizado: Guardar
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En Tatooine, el hogar del joven Skywalker, brillaban dos soles en el cielo. Ese mundo de Star Wars es ficticio, pero no imposible. En el Universo real también hay planetas que giran alrededor de dos estrellas y los astrónomos estiman que pueden ser mucho más comunes de lo que creemos. Además, tienen más oportunidades para ganar en el juego de billar que es el Cosmos. Según una nueva investigación del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA y la Universidad York, los planetas que giran alrededor de dos soles pueden sobrevivir a las violentas etapas finales de la vida de las estrellas. El descubrimiento es sorprendente porque los planetas que orbitan cerca de un solo sol, como Mercurio y Venus en nuestro sistema solar, quedarían completamente destruidos cuando la estrella envejecida se hinchara convirtiéndose en una gigante roja.

El estudio, publicado en The Astrophysical Journal, encontró que los planetas que orbitan dos estrellas -también se les conoce como planetas binarios, circumbinarios o mundos Tatooine- a menudo escapan de la muerte y la destrucción moviéndose a órbitas más amplias.

«Esto es muy diferente de lo que sucederá en nuestro propio sistema solar dentro de unos pocos miles de millones de años, cuando nuestro Sol comience a evolucionar y expandirse a un tamaño tan enorme que va a engullir los planetas interiores, como Mercurio y Venus y posiblemente la Tierra también, más rápido de lo que puedan migrar a órbitas más grandes», dice Kostov. «Pero parece que si tuviéramos una segunda estrella en el centro de nuestro sistema solar, las cosas podrían ir de otra manera».

Los sistemas de estrellas binarias son muy abundantes en el universo y se componen de dos estrellas que orbitan alrededor de un centro común de gravedad. Si las dos estrellas están lo bastante cerca una de la otra, cuando una empieza a evolucionar y expandirse en una gigante, intercambian material compartiendo un ambiente común. El sistema binario termina por perder una gran cantidad de masa, o podría destruirse en una explosión de supernova.

«Teniendo en cuenta los recientes descubrimientos emocionantes de planetas que circundan estrellas binarias, algunas de ellas con órbitas similares en tamaño a la de Mercurio alrededor del Sol, teníamos curiosidad por explorar el destino final de estos mundos Tatooine», dice Ray Jayawardhana, del Goddard. «Hemos encontrado que es probable que muchos de estos planetas sobrevivan a las desordenadas y violentas etapas finales de la vida de sus estrellas 'moviéndose más lejos'».

Como Venus en el lugar de Urano

El equipo simuló el destino de los nueve planetas circumbinarios recientemente descubiertos por la misión Kepler de la NASA. Encontraron que los planetas predominantemente sobreviven a la fase de envoltura común, incluso aquellos que orbitan muy cerca de sus estrellas. Además, estos mundos pueden migrar a órbitas más lejanas similares a lo que sería si Venus se trasladara al lugar donde Urano orbita nuestro Sol. En algunos casos, los planetas pueden incluso llegar a más de dos veces la distancia a Plutón.

Curiosamente, cuando hay varios planetas que orbitan alrededor de una estrella binaria, algunos puede ser expulsados del sistema, mientras que otros pueden cambiar de lugar o incluso chocar con sus estrellas.

«La reconfiguración puede ser muy violenta cuando hay varios planetas», dice Moore. «A pesar de que todos los planetas circumbinarios conocidos son gigantes gaseosos, es posible que en algún lugar haya un planeta circumbinario terrestre que migre a una órbita que le haga potencialmente habitable por un rato».

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