Cinco naves espaciales perdidas encontradas en la Luna

La europea Smart-1 no es la primera. Antes fueron localizadas una sonda india, un orbitador, las naves gemelas Grail y un reflector de la Unión Soviética

El lugar de impacto de la Smart-1 P. Stooke/B. Foing et al 2017/NASA/GSFC/Universidad Estatal de Arizona

ABC.es

Un equipo de investigadores anunciaba recientemente en el Congreso Europeo de Ciencia Planetaria (EPSC) celebrado en Riga (Letonia) el hallazgo del lugar donde descansa la Smart-1, la primera misión lunar de la Agencia Espacial Europea (ESA). La nave espacial fue estrellada de forma controlada contra la superficie de la Luna hace once años, pero nadie sabía exactamente dónde había caído hasta ahora. Resulta que está en el borde del lado oscuro de nuestro satélite natural. El hallazgo puede parecer emocionante -y realmente lo es, ya que resulta todo un reto tecnológico- pero no es el primero de este tipo.

La Chandrayaan-1

En marzo de este mismo año, la NASA anunciaba que había localizado en la órbita de la Luna otra nave espacial perdida, la india Chandrayaan-1 , con la que no se tenía contacto desde 2009. Una nueva aplicación de radar permitió el hallazgo. No fue fácil dar con la sonda, ya que es pequeña y está situada a 380.000 kilómetros de distancia. Con la misma técnica, los científicos pudieron localizar con exactitud también el Orbitador de Reconocimiento Lunar (LRO) , un artefacto en activo de la agencia espacial que gira alrededor de nuestro satélite natural desde hace siete años y que, precisamente, ha ayudado a descubrir el resto de naves perdidas, incluida la Smart-1 . La nueva técnica podría ayudar a planificar las futuras misiones a la Luna.

Las naves Grail

Lugar de impacto de las naves Grail NASA / GSFC / Arizona State University

En esta ocasión no se trata de una nave, sino de un instrumento que la Unión Soviética perdió sobre la superficie de la Luna en 1971. Muchos científicos lo habían buscado con empeño sin ningún resultado, y nadie esperaba ya encontrarlo, creyendo, por ejemplo, que podría haber caído en un cráter, pero un equipo de físicos norteamericanos daba con él en 2010.

Se trata de un reflector láser de fabricación francesa enviado a bordo de la misión no tripulada Luna 17, que aterrizó en nuestro satélite natural el 17 de noviembre de 1970. La nave liberó un vehículo robótico para inspeccionar el terreno con el reflector a bordo. La sonda soviética y su robot, llamado Lunokhod 1, dieron su última señal de vida un año después, el 14 de septiembre de 1971. La máquina se dio por perdida hasta que un equipo de la Universidad de California dio con ella gracias a la cámara de alta resolución de la LRO.

Pero la historia no se quedó ahí, porque, aunque parezca increíble, el viejo reflector cubierto de polvo lunar sigue funcionando y está enviando fortísimos pulsos de láser a la Tierra.

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