A. De Antonio/San Bernardo

MBFWM Primavera-Verano 2017Arranca la MBFWM con la feminidad de Andrés Sardá

La firma catalana ha jugado a la ambigüedad al hacer propuestas de verano y de invierno: lencería clásica y baño ochentero han sido sus propuestas, con una estrella principal: Rossy de Palma

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Andrés Sardá ha sido la encargada de abrir lo que durante cinco días será un ir y venir de modelos, maquilladores, periodistas, empresarios, famosos y curiosos por el Pabellón 14 de Ifema. Acaba de comenzar la semana de la moda madrileña, la Mercedes Benz Fashion Week Madrid, la siempre conocida como Pasarela Cibeles.

Todo estaba preparado desde primeras horas de la mañana para que más de nuestros grandes diseñadores y una decena de los que empiezan –nunca hay que olvidarlos- mostraran lo que durante medio año han tejido con esmero, esfuerzo, paciencia y grandes dotes de cariño, pues, como nos dijo en una ocasión Ulises Mérida, estas prendas son «nuestras criaturas».

Pero la semana de la moda madrileña dio su pistoletazo de salida hace ya unos días, con las pasarelas Off.

Miguel Marinero, con su primera colección textil; Aristocrazy, que sorprendió con una maravillosa puesta en escena. Impresionante por lo que un desfile de joyas puede llegar a transmitir. Y Desigual, que hizo una propuesta virtual.

Y, ya con los pies sobre la moqueta del recinto, empezamos a disfrutar de la que es sin duda una de las pasarelas que más chiflan al público, Andrés Sardá. De la mano de su directora creativa, Nuria Sardá, hija del fundador de la firma catalana, durante muchas colecciones, hemos ido de safari, hemos volado alrededor del mundo, hemos estado en hoteles de lujos con clientas vips como Bibíana Fernández, en este ocasión hemos saltado de estación en estación con una estrella invitada, Rossy de Palma, que abrió y cerró el desfile.

Lo estructuró en cuatro bloques: primavera y verano, ropa de baño; otoño e inverno, lencería. Que presente en esta edición las tendencias de invierno es nuevo. Debe ser esa corriente que corre entre los diseñadores de ajustar los tiempos de la pasarela a la venta, tal y como propone Roberto Verino. «A lo mejor lo he hecho inconscientemente», nos comenta Nuria en el backstage, «Pero creo que hay que ajustarse ya. Lo que no sé cómo. Pero hay que hacerlo. Internet lo ha cambiado todo y nosotros tenemos que cambiar».

Pero lo estructure como lo estructure, agrupe la colección por colores, por volúmenes o por materias, la base y de lo que siempre impregna la pasarela es la elegancia y la feminidad. Ha brillado más en la ropa íntima, en esta ocasión, que en baño, donde era una continuación de lo que hemos visto este verano en las playas: bañadores ochenteros; bikinis de braga alta y también los minibikiquinis. En cambio, en lencería volvió a la belleza de lo clásico, en tejidos como el crochet y el encaje chantilly como elemento diferenciador, el que siempre se utiliza en la alta costura. Los tonos grises, azulados y blancos dieron paso al color más navideño: el rojo en grandes lazos. Listas para regalar.

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