Lolita: «El arte no entiende de política y viceversa»

Revuelo en las inmediaciones del Teatro Goya de Barcelona. El alma gitana de Lolita aflora entre las cámaras que quieren captar su sonrisa y su melena. Esta foto es noticia por todos los costados: la hija mayor de El Pescaílla y Lola Flores sube al escenario del Goya, interpreta en castellano «La plaza del diamante», de Mercè Rodoreda, uno de los grandes clásicos de la literatura catalana y llega avalada por un exitazo.

«El arte no entiende de política ni viceversa -reclama una Lolita pletórica-. Al arte y a la música no se le puede condicionar. Mezclar el arte con la política no está bien». Esta declaración muy sentida suma presencia a la artista que descubrimos como actriz en el filme «Rencor», por la que se alzó con la estauilla de Mejor actriz Revelación.

Ahora defiende en escena el personaje que bordó la actriz Silvia Munt en el cine. «Precisamente ayer me encontré a Silvia Munt en la peluquería y estuvimos hablando un rato», comenta mientras confiesa que le costó mucho aceptar este trabajo y que fue Serrat quien la convenció.

«Tenía muchas ganas de venir a Barcelona y mucho miedo a la vez –confiesa-. Las funciones del Goya serán un homenaje callado a mi padre que fue el mejor gitano catalán del mundo y que nació en el barrio de Gracia, muy cerca de aquí».

Confesiones de un director

«Mi primer pensamiento cuando me propusieron que Lolita fuera la protagonista fue que esta señora es un león cuando sube a un escenario y que la Colometa es muy frágil», confiesa Joan Ollé que meses después dice bien alto que su jondura consigue encarnar a la perfección el personaje que escribió la Rodoreda en 1960 desde Ginebra. «Él dice que soy un león y yo digo que él es un tigre de Bengala», replica Lolita a su director.

En las primeras reuniones la actrizle preguntó a Ollé si tenía que aprenderse el texto de memoria o si podía cambiar algunas cosas. «Le dije que tenía que aprenderse el texto íntegro y la magia surgió cuando después de estudiar cuatro horas diarias se interiorizó el texto», apunta Ollé.

Una mujer sentada en un banco… «Ahora ya hablo con las manos en el regazo como la Colometa y apenas gesticulo», destaca Lolita que cree que «a la Colometa te la tienes que pasar por dentro para poderla expulsar».

El último piropo que recibe del director es idóneo para atraer al público al Goya: «Son los mejores ojos que he visto en un escenario».