Fernando Cruz posa en un rincón de un Museo que conoce al dedillo, el de Ciencias Naturales
Fernando Cruz posa en un rincón de un Museo que conoce al dedillo, el de Ciencias Naturales - ISABEL PERMUY
Programa Talento Solidario de la Fundación Botín

Talento sénior en las paredes del museo

La Fundación Botín lanza la VII edición de un programa que ha premiado, entre otros proyectos, a la Confederación Española de Aulas de la Tercera Edad (Ceate) por aprovechar el potencial de las personas mayores en beneficio de la sociedad

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A las puertas del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid aguarda, como cada día desde hace más de dos décadas, Fernando Cruz. El anciano de 83 años es coordinador de los voluntarios culturales –«no nos llames guías, que los graduados en Turismo nos regañan», dice al recibir a ABC– que como él encontraron un estímulo idóneo a su necesidad de aprender y enseñar una vez prejubilado. Fue director de banca hasta la sesentena y, después, no podía desaprovecharse el torrente de conocimiento e hiperactividad de este integrante de la primera promoción de voluntarios de Ceate (Confederación Española Aulas de la Tercera Edad) y dejarle ser un número más en la cola de las pensiones. Ceate es, con este programa que muestra las maravillas museísticas y monumentales de diversos rincones de España, uno de los proyectos seleccionados por la Fundación Botín y que reconoce su «Talento Solidario».

Nominada a los Premios Princesa de Asturias de la Concordia en 2015, Ceate da cobertura a los museos españoles que no cuenten con personal para transmitir la riqueza del patrimonio histórico y artístico que se cobija entre sus paredes.

Dice Blas Esteban, presidente de Ceate, a este periódico que las personas mayores representan, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el 18% de la población y que no se puede aparcar a un lado a esos nueve millones de españoles sin más. Integrados por las más diversas profesiones, desde abogados a licenciados en Bellas Artes, profesores, médicos y economistas, pilotos o ferroviarios, estos voluntarios guían visitas en 140 museos del país. Fernando Cruz eligió el de Ciencias Naturales, porque su padre le llevaba allí como si fuese un ritual de cada domingo. Conoce los entresijos del Museo como si hubiese nacido entre dinosaurios y nutrias. Para Noemí Gómez, periodista de 53 años, trasladar los recodos del Museo de San Isidro no solo en este lugar sino también a residencias de mayores que «conocen a la perfección al santo y sus milagros» le aporta mucho más de lo que da, subraya. Lo define como «voluntariado alegre». «Es una experiencia estupenda porque despierta la chispa de la gente y es un placer, no tiene precio en un momento en que estamos bombardeados por las prisas y tú llegas y logras mantener a un colectivo una hora y media o dos horas concentrados y disfrutando de la cultura».

Noemí lleva unos cuatro años, es de las más noveles frente a la veteranía de Cruz, pero ambos conforman el programa que le valió a Ceate su reconocimiento dentro del programa Talento Solidario de la la Fundación Botín, que ayer mismo lanzó su VII y nueva edición. El director general de la entidad creada en 1964 por Marcelino Botín, Íñigo Sáenz de Miera, subraya que el éxito de la iniciativa es «dar un puesto de trabajo» a personas en organizaciones no gubernamentales y proporcionar a estas ONG los servicios que dicen precisar. O lo que es lo mismo, se dinamiza la profesionalización del sector no lucrativo a través del «fortalecimiento interno de las entidades y de la incorporación de talento». Talento sénior en el caso de Fernando y Noemí, al servicio del visitante de los museos y monumentos de España.

Íñigo Sáenz de Miera, director general de la Fundación Botín, a ABC: «La capacidad para generar riqueza está en las personas»

Sáenz de Miera lo tiene claro: «La capacidad para generar riqueza está en las personas» y hay que descubrir formas nuevas para explotarlo. El director general de la Fundación Botín incide en la necesidad de «buscar fórmulas novedosas para hacer cosas realmente nuevas y una de ellas es detectar el talento». La Fundación, de la mano de una consultora de recursos humanos, «ficha» ese ingenio para ponerlo al servicio de una entidad concreta. «¿Qué no serán capaces de hacer las ONG con la persona "adecuada" en sus filas?», se pregunta, a sabiendas de que la respuesta la ha incorporado a la iniciativa que reconoce el talento solidario. Máxime en un momento en el que hay «tanta gente tan buena, con tanto talento, que se ha quedado parada», lamenta.

La Fundación da auspicio a las instituciones durante los dos primeros años, porque el reto es que «la ONG sea sostenible», subraya Sáenz de Miera. El éxito del programa queda demostrado porque el 93% de las organizaciones sociales que han sido seleccionadas hasta la fecha han podido garantizar la sostenibilidad de sus proyectos, encontrando otras formas de cofinanciación diferentes a la inicial de la Fundación Botín, y por tanto generando empleo y desarrollo. Estas entidades han experimentado un incremento medio del 26,5% en el volumen de socios o voluntarios y, en siete de cada diez casos, se mantiene al profesional incorporado en la entidad cuando finaliza la ayuda económica del programa. Además, respondiendo a la apuesta de la Fundación Botín de incentivar fórmulas colaborativas de trabajo, el 95% de estas organizaciones han establecido sinergias con otras, en el 85% de los casos a través de la propia Red Talento Solidario.

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