El mayo más seco en 40 años le hace un roto al año hidrológico en España

El año hidrológico, que transcurre desde octubre al 30 de septiembre, ha sido un poco más seco de lo normal en España. Algo que se ha atribuido fundamentalmente al déficit de lluvia durante la primavera, con un mayo histórico de escasa precipitación, ha indicado a Efe el jefe de climatología de la Agencia Estatal de Meteorología, Antonio Mestre.

A falta de dos días para la finalización del año hidrológico, el balance de lluvias se sitúa un 8% por debajo de los valores habituales -50 litros por metro cuadrado menos-. El valor medio nacional de las precipitaciones acumuladas desde el pasado 1 de octubre hasta la fecha se cifra en 581 litros por metro cuadrado.

Mestre ha comentado que el déficit registrado se debe «casi en exclusiva» al mes de mayo más seco desde los años 40, es decir, desde que se tienen series históricas en España.

Así, el valor medio de precipitación correspondiente al quinto mes del año en España se sitúa en los 61 litros por metro cuadrado, frente a los 17 litros contabilizados este año.

En el caso de abril, la diferencia ha sido importante pero no tan abismal: el valor medio es de 65 litros y, en esta ocasión, han llovido tan solo 47 litros por metro cuadrado.

Distribución heteorgénea

A pesar de que en el conjunto del país el periodo ha resultado «moderadamente más seco», y las estaciones se han ido compensando unas a otras, la distribución espacial ha sido muy heterogénea, con una «graduación del suroeste al noreste», ha agregado Mestre.

El resultado de ello, ha agregado el responsable de la la AEMET, es que «ha llovido más de lo normal en las regiones cantábricas, en el norte y este de Castilla y León (Palencia, Burgos y Soria), en La Rioja, Navarra, en la mayor parte de Aragón, en el este de Castilla-La mancha (Albacete, serranía de Cuenca) y en la Comunidad Valenciana, exceptuando su litoral».

En términos relativos, en Salamanca, Cáceres y Badajoz ha llovido menos del 30% de lo habitual: lo normal en estas zonas son cien litros por metro cuadrado y este año hidrológico ha oscilado entre los 65 y los 70 litros. En ese mismo orden de magnitud se encuentran la zona central de Andalucía -básicamente Córdoba y Málaga- y el litoral de las provincias de Barcelona y sur de Gerona.

En sentido contrario, si se traza una línea imaginaria desde Asturias a Granada, en los territorios que quedan al sur y al oeste de la misma ha habido más precipitación (Galicia, Zamora, Salamanca, Valladolid, Extremadura, la mayor parte de Andalucía y Castilla-La Mancha, parte de la Comunidad de Madrid y Cataluña).

Valencia y Murcia, muy secas

Según el jefe de climatología de la Aemet, el año hidrológico en la Comunidad Valenciana y en la Región de Murcia tuvo un comportamiento muy seco, pero el valor absoluto se fue equilibrando posteriormente con las tormentas a finales del periodo. Así, la ciudad de Alicante registró desde octubre 225 litros por metro cuadrado, pero solo entre el 5 y 8 de septiembre cayeron 75 litros.

Lo mismo ocurrió en la ciudad de Murcia con 272 litros desde el inicio del presente año hidrológico, de los cuales 70 litros correspondieron a las precipitaciones caídas entre el 5 y el 8 de septiembre.Esto, ha añadido Mestre, «evidentemente tiene una serie de repercusiones, no es lo mismo que llueva de una manera u otra».

Mayores registros de lluvia

Entre los lugares con mayores registros figuran Hondarribia y Fuenterrabía (Guipúzcoa), en total 1.785 litros por metro cuadrado desde el 1 de octubre, 175 litros por encima de habitual. En general, e l País Vasco ha tenido un año hidrológico muy húmedo.

De acuerdo con el climatólogo, es fácil observar en las temperaturas una tendencia constante de ascenso de los registros, sin embargo en precipitaciones no es posible perfilarla debido a que hay constantes oscilaciones de subidas y bajadas en los últimos cien años.

El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC), la red científica más grande del mundo dedicada al estudio de este fenómeno global, prevé para la región mediterránea una reducción de la pluviometría y una mayor irregularidad. En referencia a esto último, el jefe de climatología de la Agencia Estatal Meteorología se trata de «un escenario pesimista, mejor si no se cumple».