Turismo

Un hotel de altos vuelos

Una antigua estación del ferrocarril de la Sierra que nunca entró en funcionamiento ha sido reconvertida en alojamiento en Villamartín y tiene un aeródromo

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Por sorprendente que parezca, la Sierra de Cádiz dispone del único hotel con aeródromo deportivo de toda España. Este establecimiento, que gestiona el alemán Thomas Huster y que abrió al público en mayo de 2002, apenas tiene un par de parangones en el resto de Europa. Además, este alojamiento está habilitado en el edificio reconstruido de una antigua estación de ferrocarril que nunca entró en funcionamiento. Esta senda de hierro, iniciada durante la Dictadura de Primo de Rivera e inconclusa, se ha reconvertido hoy en la llamada Vía Verde de la Sierra, y este hotel, llamado precisamente La Antigua Estación, está situado en este camino turístico, al borde del río Guadalete, a apenas un par de kilómetros del casco urbano de Villamartín.

El edificio original data de 1930. «Lo bonito es que era una antigua estación de tren, con una fachada muy característica, que hemos respetado y con una nave de carga en la que tenemos instalado un salón para bodas», explica el gerente.

Este alojamiento rural guarda todo el encanto de un edificio de campo andaluz, pero dispone de todas las comodidades. Sus 15 habitaciones (simples, dobles con salón y junior suite, esta última la más cara) tienen capacidad para 36 plazas.

Ofrecen desayuno a quien se aloja, y los propietarios planean abrir en verano una cafetería.

Thomas Huster se apresura a decir que hoteles de campo hay muchos, pero lo que diferencia a éste del resto es que dispone de un aeródromo. Cualquier turista puede venir a la Sierra de Cádiz es su propio aparato de vuelo, aterrizar aquí, alojarse en este hotel y regresar a su lugar de origen sin necesidad de utilizar la carretera.

Es un aliciente innovador para esta comarca, siempre quejoso de las pésimas comunicaciones que ha soportado para conectarse con el exterior. Hoy día esta infraestructura permite acercar la Sierra en poco tiempo al resto del mundo. Además, desde la misma gerencia del hotel se organizan vuelos para turistas que no disponen de la licencia oficial de vuelo.

Desde 40 euros

Pasear por el cielo de esta comarca está al alcance de cualquier cliente desde cuarenta euros. Pero también se organizan rutas aéreas de mayor distancia. Una muy frecuentada es la de la costa de Tarifa, que, con una duración de una hora y media, puede costar 180 euros. También es muy solicitado el viaje de fin de semana a Marruecos.

Hay incluso turistas que llegan en su propio vehículo aeronáutico para pasar sus días de descanso en este rincón del Sur.

El hotel, situado en una amplia finca con plantas aromáticas y olivos centenarios, entre otras especies vegetales autóctonas, dispone de un angar en el que hay aviones para vuelo sin motor y a motor.

La Sierra está a un salto, como dicen en estos pagos, de cualquier punto del mundo, y hasta el corazón de esta comarca para muchos ignota se puede llegar desde el cielo.