Más de setenta años después, vuelven a verse los ojos azul cobalto de la columbina en Brasil

Hace casi un siglo que no se observaban ejemplares de columbina ojiazul (Columbina cyanopis). Tanto es así que se creía extinta. Con los ojos azul cobalto y motas azul oscuro en sus alas (en contraste con su plumaje castaño rojizo) resulta difícil de creer que esta llamativa ave no hubiera sido avistada en tan largo tiempo, comentan desde SEO/BirdLife.

Esta ave emparentada con las palomas fue documentada por última vez en 1941, y ahora se ha localizado en un lugar que no ha sido revelado dentro del estado brasileño de Minas Gerais. No obstante, «hay que ser muy cautelosos», manifiestan desde la organización, ya que solo se ha confirmado el avistamiento de 12 individuos, por lo que su «situación es delicada», apuntan en una nota.

«La acción principal es asegurar que el área donde se localizó se convierta en zona protegida, lo que beneficiaría no solo a la columbina ojiazul sino a muchas otras especies amenazadas que viven aquí», explica el ornitólogo Rafael Bessa.

La columbina ojiazul habita exclusivamente en Brasil y está amenazada a causa de la destrucción del Cerrado brasileño, un tipo de hábitat que se asemeja a una sabana.

Se escuchó su canto

El ave redescubierta fue presentada por Bessa en el Festival Brasileño de Birdwatching (celebrado la semana pasada) como la «especie X». Y, por primera vez en la historia, su canto fue escuchado por el público presente. «Cuando puso el vídeo hubo una conmoción entre el público, que no paraba de aplaudir», cuenta Pedro Develey, de SAVE Brasil. «Fue pura emoción», recalca. La especie se conoce «solo a partir de un puñado de viejos especímenes de museo y algunos informes sin fundamento más recientes», subrayan desde SEO/BirdLife.

Justo después de observar por primera vez a esta especie, en julio de 2015, Bessa contactó con el Instituto Butantan (en la ciudad de Sao Paulo). Con el apoyo del Instituto y de SAVE Brasil comenzaron a estudiar a la columbina ojiazul. Se formó un grupo de investigadores que incluía también a los ornitólogos Wagner Nogueira, Marco Rego y Glaucia Del Río, los dos últimos de la Universidad del Estado de Louisiana (EE.UU.).

Durante los últimos meses un grupo de investigadores han trabajado en secreto para registrar este descubrimiento para la ciencia y simultáneamente desarrollar un plan de conservación que asegure la supervivencia a largo plazo de esta ave «Críticamente amenazada».